Los próximos años se presentan como vitales para el desarrollo de la Agenda 2030 en la que diferentes instituciones están trabajando para que sea una realidad. En el encuentro ‘Agenda 2030, un nuevo y transformador contrato social’, comandado por la directora de DEIA Marta Martín, se abordó las principales cuestiones y retos que se plantean a diferentes niveles. Amaia Barredo, viceconsejera de Sostenibilidad Ambiental; Maitane Leizaola, directora de Coordinación de Gabinete de la Diputación Foral de Bizkaia; Xabier Aierdi, presidente de la Fundación Begirune; y Roberto San Salvador del Valle, director de Deusto Cities Lab; debatieron sobre las líneas que hay que asentar. De hecho, Barredo señaló que la Agenda 2030 se está desarrollando “en el ámbito social, económico y ambiental. Son los tres pilares básicos de la sostenibilidad. Nos hace a todos establecer un camino hacia esa transformación que tiene que hacer la sociedad”.

Echando en falta “el ámbito cultural”, Roberto San Salvador del Valle precisó que “la transformación no es una innovación cualquiera porque la innovación transformadora no es de cantidad ni calidad, si no de cualidad”. Por ello, “tenemos que saber dónde estamos y hacia dónde enfocar las políticas”, expuso Xabier Aierdi que reconoció que “estamos en una realidad desconocida y desconcertante que requiere de una nueva actitud pensante. Creo hace falta un contrato social”.

En esa interpelación a la colaboración de todos los agentes sociales, Maitane Leizaola apuntó que desde la Diputación de Bizkaia se ha favorecido “un rol de acompañamiento a los ayuntamientos porque son ellos los que han tenido un papel más tractor”. Y destacó la fórmula de las “3Ps: personas, planeta y prosperidad. No puede haber prosperidad si no es sostenible y si no es respetuosa con su entorno”. Para ello subrayó la importancia de trabajar “desde abajo hacia arriba” porque de otra manera será imposible construir un nuevo modelo de sociedad. Sin embargo, Aierdi matizó que “la prosperidad va muchas veces en contra del planeta” ya que se requieren consumos elevados de los mismos elementos de los que se quiere reducir el consumo”

Crear un entorno más sostenible necesita que “la sociedad esté dispuesta a cambiar sus hábitos” y, a veces, no se dan las condiciones para ello como indicó la viceconsejera de Sostenibilidad Ambiental que planteó la “movilidad” como uno de los retos más importantes. “El sector más joven no está dispuesto a cambiar ni reducir el uso de aviones y en el consumo de textil tampoco”, lamentó Amaia Barredo. Hay más agentes implicados como las empresas que, según Barredo, “están a favor de la variable ambiental”. “Llevamos 25 años difundiendo la palabra sostenibilidad pero no se ha entendido hasta hace poco tiempo”, apostilló. Y el ámbito económico es otro de los ejes como destacó Aierdi para quien “la pensión es sostenible pero ¿cómo la hacemos viable?. Lo sostenible es el valor”. Otro de los valores “es tener una actitud más joven”, como resaltó el director de Deusto Cities Lab. Ese colectivo de la sociedad es uno hacia los que se enfocan las políticas porque “tienen capacidad transformadora y de apoyo”, tal y como indicó la directora de Coordinación de Gabinete de la Diputación Foral de Bizkaia.

“Es ahora o nunca”, subrayó Leizaola para quien es una “cuestión de urgencia” dar respuesta a plantear condiciones para “poder vivir bien”. Y apostó por favorecer las políticas de juventud ya que para poder desarrollar “un proyecto de vida es necesario contar con un empleo de calidad, formación de calidad y un entorno de calidad”. “Lo importante es tener un horizonte y dirigir el puzzle de piezas hacia él”, añadió el presidente de la Fundación Begirune. En esa línea de actuación, Roberto San Salvador del Valle expuso “la teoría del edredón por la cual si tiras de una de las puntas, otra se queda coja. Pero eso no nos tiene que llevar a la inmovilidad”. Una inmovilidad que provocaría que los objetivos de la Agenda 2030 se quedaran estancos y el futuro se tiñera de negro y sin expectativas. Por ello, esa guía es la base sobre la que asentar el tejido que construirá unos años cambiantes y llenos de retos.