Los vascos dan un notable (7,3 sobre 10) a su satisfacción general con el trabajo, especialmente a su jornada laboral y a la estabilidad (7,3) así como a las vacaciones y permisos (7,2).

El aspecto peor valorado es el de la promoción laboral, un 4,3; seguido por la flexibilidad de horarios y descanso durante la jornada laboral, un 6,5, y la remuneración salarial un 6,6.

Así se recoge en la Encuesta sobre la conciliación de la vida laboral, familiar y personal que ha hecho pública este viernes el Instituto Vasco de Estadística-Eustat.

Relacionado con esta conciliación, en el último año ha aumentado el porcentaje de personas que disfrutan de flexibilidad horaria en 4,8 puntos, hasta el 47,1 %. Son los hombres (50,6 %) los más beneficiados, ya que las mujeres solo disfrutan de un horario flexible de salida en el 43,3 de los casos.

En cuanto al teletrabajo, no se aprecian grandes diferencias con respecto al año anterior, aunque sí ha aumentado el porcentaje de personas que trabaja en su domicilio de forma ocasional en 3 puntos al pasar del 7,3 % al 10,3 %), pero ha disminuido en 2,4 puntos el de personas que lo hacen al menos la mitad de los días (del 10,8 % al 8,4 %).

Si se compara la situación con la que había hace 10 años se aprecia un incremento de 5,3 puntos en el porcentaje de personas que, con mayor o menor intensidad, trabaja desde sus domicilios.

En la encuesta se constata que algo más del 15% de las mujeres vascas ocupadas laboralmente se muestra "muy insatisfecha" con la colaboración que ofrece su cónyuge o pareja en la realización de las tareas domésticas.

Además, un porcentaje elevado de hombres ocupados está "muy satisfecho" con la participación de su pareja en las tareas domésticas, casi el 70 %.

El reparto de tareas domésticas entre los ocupados y las ocupadas de Euskadi resulta desigual ya que casi 9 de cada 10 hombres (el 85,3 %) dedican 2 horas o menos a esas tareas, mientras que 3 de cada 10 mujeres (el 30,2 %) emplean 3 o más.

En cuanto a la diferencia entre el tiempo dedicado por hombres y mujeres a los cuidados y a las labores del hogar, los datos indican que se va reduciendo a lo largo del tiempo.

Si bien en 2011 esta diferencia era de 0,9 horas para las labores del hogar, de 1,9 horas para el cuidado de hijos y de 1,2 horas para el cuidado de dependientes, en 2021 estas diferencias se reducen hasta las 0,5 horas, 1,4 horas y 0,8 horas, respectivamente.

El 28,7 % de las personas ocupadas residentes en la CAV afirma tener muchas dificultades para compaginar el trabajo con el cuidado de hijos menores y el 25,9 % asegura tener ese mismo grado de dificultad a la hora de atender a las personas dependientes.

Este alto grado de dificultad también lo percibe el 25,8 % de las personas ocupadas cuando se trata de conciliar el trabajo con la realización de actividades personales.