Los propietarios forestales de Euskadi han plantado 4 millones de árboles de más de 30 especies diferentes en la última campaña, con unas 3.800 hectáreas en total, entre los meses de noviembre y marzo, según los datos aportados por Confederación de Forestalistas del País Vasco, que ha expresado su "firme compromiso con la gestión forestal Sostenible y el cuidado de la naturaleza" con motivo del Día Internacional del Medio Ambiente.

La superficie no forestal (agrícola o artificial) transformada en terreno forestal arbolado y bosque natural asciende en cuatro años a 623 hectáreas y 352 hectáreas, respectivamente.

Según han indicado los forestalistas vascos, fruto de ese "esfuerzo repoblador" sostenido en el tiempo, Euskadi cuenta en la actualidad con una masa arbolada de 395.972 hectáreas (ha) entre bosques naturales y de plantación, aunque dominan ligeramente estos últimos (con 203.000 ha). De este modo, han destacado, el 54,7% de toda la superficie de la Comunidad Autónoma Vasca está cubierta por árboles.

La superficie forestal total, incluida la superficie no arbolada (pastizal, matorral y roquedos), supera las 490.000 hectáreas, lo que equivale al 68% de la superficie total vasca.

De las casi 396.000 hectáreas de bosque que hay en Euskadi, más de una cuarta parte (25,63%) se halla en espacios protegidos integrados dentro de la Red Natura 2000, donde las especies arbóreas autóctonas siguen teniendo "un gran peso". En concreto, predominan el haya (36.902), la encina (11.422), el quejigo (9.132) y el rebollo (7.572).

En el conjunto de Euskadi, el pino insignis o radiata, "afectado especialmente en Gipuzkoa por la banda marrón desde 2018", sigue siendo la especie de mayor implantación y representa el 22% del total, seguida del haya (14%), el bosque mixto atlántico (9,6%), el quejigo (6,7%) y la encina (6,7%), en función de los datos aportados la Confederación, que integra a las asociaciones de propietarios de Araba, Gipuzkoa y Bizkaia y cuenta con casi 6.600 socios.

REPOBLACIÓN EN EL ÚLTIMO AÑO

Entre las más de 30 especies repobladas en el último año destacan el pino marítimo (635 ha), principal en Bizkaia y Araba; la criptomeria (730 ha), la más elegida en Gipuzkoa; el eucalipto (650 ha) y la secuoya roja (370 ha). Entre las cuatro suman el 63% de todas las repoblaciones.

En el 37% se incluyen otras frondosas autóctonas, así como nuevas especies que "presumiblemente muestran una mayor adaptabilidad al cambio climático, lo que da buena muestra de la diversidad de los propietarios y la sensibilidad que genera el calentamiento global en nuestro colectivo", han apuntado desde la Confederación.

El abanico de especies contempla pino marítimo, criptomeria, eucalipto, secuoya roja, abeto Douglas, acacia, pino insignis o radiata (82 hectáreas, de ellas "ninguna en Gipuzkoa"), haya, roble del país, roble americano, castaño, cerezo, ciprés de Lawson, nogal, pino taeda, encina, alerce, abedul, picea, tulipero, fresno, arce y otras frondosas.

La Confederación de Forestalistas del País Vasco y Basoa Fundazioa, organización sin ánimo de lucro creada para promover y mantener la riqueza forestal y proteger los espacios arbolados de Euskadi, han incidido en la importancia de esta diversidad de los montes.

"No apostamos por un tipo concreto de bosque o un tipo concreto de selvicultura, sino por todas las posibles que, en nuestro caso, son muchas y muy variadas, tal y como lo demuestran nuestros socios cada día", han explicado.