El ciberacoso de escolares suele comenzar en niños con edades comprendidas entre los 8 y 9 años y durante la pandemia del covid-19 los casos se han incrementado un 70% en el Estado español, según los datos recopilados por la ONG Save The Children.

La directora de Save The Children en Euskadi, Charo Arranz, y la directora de Incidencia Social y Política de la organización, Catalina Perazzo, presentaron ayer en la Comisión de Educación del Parlamento Vasco diferentes datos sobre el acoso escolar y el ciberacoso en los últimos años en Euskadi y sobre los planes y protocolos que están actualmente en vigor.

Según los últimos datos aportados por el Departamento de Educación, durante el curso 2019-20 en Euskadi fueron analizados 795 posibles casos de acoso escolar en las aulas, de los que cien fueron confirmados como tales, cuatro más que en el período escolar anterior.

El informe apunta que el ciberacoso ha subido en los últimos años y ha pasado del 17% del total de los confirmados que había en el curso 2016-17 al 25% del período 2019-20.

“Ley del silencio”

Arranz, sin embargo, reconoció que uno de los principales problemas de este tipo de violencia se da cuando se trata de conocer su dimensión real, pues existe una falta de datos porque los niños que son testigos de prácticas de acoso no denuncian por miedo a ser señalados como chivatos. Es lo que se conoce como el imperio de la “ley del silencio”.

La directora de Save The Children en Euskadi expuso que el porcentaje de víctimas es mayor en Primaria que en la ESO y que en ambas etapas el tipo de acoso más frecuente es la agresión verbal, generalmente en forma de insulto. Seis de cada diez estudiantes reconoce que alguien les ha insultado y dos de cada diez sufre este tipo de violencia frecuentemente.

Otras de las prácticas comunes en el abuso escolar es el sufrimiento por parte de las víctimas de robos de sus pertenencias, golpes, amenazas o exclusión social.

Son las chicas las que más padecen estas prácticas abusivas. Un 10,6% de las alumnas ha sufrido acoso frente a un 8% de los chicos. En el caso del ciberacoso también son las chicas las más afectadas.

Si se pregunta a los agresores por las causas de su acción, responden que no saben por qué ejercen violencia. La segunda causa más declarada entre ellos es que querían “gastar una broma” a sus compañeros.

Respecto al ciberacoso, el 46% de las veces el acosador es del centro escolar o relacionado con una amistad. Durante la pandemia esta violencia ha aumentado en un 70% a nivel estatal, según se recoge en el informe Qustodio-Más conectados que nunca.

Perazzo, por su parte, valoró los protocolos y normas que están en vigor en Euskadi como la iniciativa Bizikasi, aunque reconoció que aún hay “brechas” que tienen que ser atendidas y reivindicó que se impulse en la comunidad autónoma una estrategia integral de prevención e intervención en todas las formas de violencia.