En el pabellón de La Casilla, el recinto ferial del BEC, el espacio multiusos de Durango o el polideportivo Urreta de Galdakao; miles de vizcainos han acudido hoy en masa a recibir la dosis del fármaco contra el coronavirus. Euskadi ha alcanzado su récord de vacunas, 31.300 en un solo día, dentro de un fin de semana histórico dentro del proceso de inmunización, gracias a la llegada de nuevas remesas de los preparados de Pfizer y AstraZeneca, que ha permitido imprimir un acelerón definitivo a la estrategia.

Las 98.000 dosis de Pfizer que llegaron el lunes y las de AstraZeneca que se recibieron ayer permitirán llegar a 193.000 personas entre esta semana y los primeros días de la siguiente, reservando únicamente un pequeño stock de las de Pfizer y Moderna para una segunda dosis, en caso de que hubiera problemas con el suministro.

Cifras de auténtico récord en el calendario para ganar la batalla al coronavirus que arrancó a finales de mes de diciembre. "Estos datos demuestran que no es una cuestión de capacidad, sino de disponibilidad de las vacunas", ha declarado la consejera de Salud del Gobierno vasco, Gotzone Sagardui, tras visitar el centro de vacunación instalado en el polideportivo de Urreta de Galdakao.

En los centros de vacunación, tanto grandes espacios como algunos centros de salud que se han habilitado esta fin de semana ex profeso, están acudiendo hoy personas de entre 70 y 80 años, muchas de las cuales ya reciben la segunda dosis que garantiza la ansiada inmunidad, pero también el colectivo de la década anterior, que ha comenzado a ser llamado estos días para la primera inyección.

"LO ÚNICO PARA SALIR DE ESTE INFIERNO"

"Esto es lo único que nos va a permitir escapar de este infierno en el que nos ha metido el covid. A ver si, cuanto antes, nos vacunan a todos y salimos de este agujero", confiaba hoy Amaia Martínez, mientras aguardaba su turno en La Casilla. En este espacio se despachan hoy los fármacos de Pfizer, la que hasta ahora ha llevado el peso de la inmunización en Euskadi con unas 600.000 vacunas.

En el pabellón bilbaino se trabaja hoy a destajo, con una persiana que se ha levantado a las 8.00 horas y cuyos boxes no cerrarán hasta las 21.30 horas, cuando está prevista la última cita. "217 por box, en diez boxes con horario de mañana y de tarde... Calcula", echa cuentas Matxalen Barcenilla, la enfermera responsable, con el recinto a reventar de personas que van a recibir su segunda dosis para conjurar el bicho.

Las profesionales no ocultan que la gente acude con más tranquilidad a ponerse Pfizer que AstraZeneca. "Los de Pfizer vienen muy confiados porque tiene la experiencia de haberse puesto la primera. En general, acuden contentos y con ganas, pero los de AstraZeneca, como han escuchado en los medios lo de los trombos, vienen y te preguntan", aclara la responsable.

"Si les toca AstraZeneca te cuentan más su historial médico que con otras vacunas. Quieren que les certifiques que no hay problemas, necesitan más explicaciones que con las otras marcas", apunta Ascen Rodríguez, adjunta de la Dirección de Enfermería de la OSI Bilbao-Basurto.