L mundo gira actualmente en torno a las vacunas anticovid convertidas en el bien más preciado, y objeto de un auténtico mercado persa entre los gobiernos y las multinacionales farmacéuticas. Los precios están sujetos a cláusulas de confidenciliadad. La propia Unión Europea entregó los documentos con los costes borrados con tipex porque los detalles del contrato no son públicos.

El portal de estadísticas Statista ha elaborado un gráfico con datos de diversas fuentes que refleja que las vacunas de Moderna (31 euros) y Pfizer (17 euros) son más caras debido, en gran medida, a la logística y las condiciones que requieren su traslado y conservación. Muy lejos se encuentra la de AstraZeneca, con un precio de 3 euros por dosis. Un año de investigación, los ensayos, los costes de fabricación o de distribución afectan al precio, pero son las patentes las que juegan un papel determinante.

El trapicheo también domina este mercado. Los ejecutivos de Pfizer ya han informado a los inversores de la compañía de la oportunidad de subir el precio. Durante una intervención en una conferencia virtual anunciaron que cuando el covid pase de considerarse pandemia a una situación endémica y el virus circule continuamente en todo el mundo, se "impulsará la demanda actual y se adecuarán los precios que están motivados por el estado de pandemia", explicó D'Amelio. No en vano, las compañías Pfizer y BioNTech habían cifrado el año pasado, en 54 euros del precio de cada de dosis. Tras cinco meses de negociaciones, la UE lo rebajó notablemente.

Porque los laboratorios buscan fraccionar el mercado para negociar costes diferentes con los distintos países. Por ejemplo, el milagro israelí ha sido posible pagando más por la vacuna de Pfizer. Casi el doble que la UE. Que haya dosis para todos los ciudadanos y que no haya demoras ni problemas con los envíos, no sale gratis. Según reveló la televisión pública, Israel invierte 39 euros por persona, y la mayoría procede de Pfizer.

Haciendo buena la ley de la oferta y la demanda, la llegada de nuevas vacunas puede abaratar las ya autorizadas. En breve, podría entrar en juego en Europa la vacuna rusa Sputnik V, cuyo precio para los mercados extranjeros será de unos 8 euros. Janssen también anunció que su antídoto se comercializaría a un máximo de 8,4 euros. El precio definitivo del compuesto, sin embargo, sigue siendo una incógnita ya que, como ha ocurrido con las otras farmacéuticas, los detalles del contrato están blindados. Ellos argumentan que "todo depende de la capacidad de producción y de las herramientas para transportar de forma estéril cientos de millones de dosis".