La pandemia no da signos de evidente mejoría y todavía hay ciudadanos irresponsables que no colaboran con las autoridades sanitarias. Por ello, la consejera de Salud, Gotzone Sagardui ha leído la cartilla a aquellas personas que han dado positivo en coronavirus y que, sin embargo, no aportan los suficientes datos sobre sus contactos estrechos.no aportan los suficientes datos sobre sus contactos estrechos

El tirón de orejas ha sido, sin embargo, sutil ya que la consejera alerta, literalmente, de que "empieza a apreciarse un cierto cansancio de los ciudadanos a la hora de colaborar con los rastreadores y aportar datos sobre sus contactos directos para poder localizar a personas que puedan estar contagiadas".

Esta práctica ha motivado que de las ocho personas que se identificaban anteriormente como contactos directos por cada infectado de coronavirus, la cifra se haya situado ahora en torno a las cuatro, según explicó. "No debemos perder el miedo al virus, el tiempo ha demostrado que la identificación de la cadena de contactos es clave para controlar la pandemia", declara Sagardui.

A su juicio, algunos ciudadanos pueden ser reticentes a informar a la red de rastreadores porque, en algún momento, han podido incumplir determinadas normas o alguna de las restricciones impuestas.

En este sentido, recuerda que esta red "no penaliza a las personas que han podido saltarse la normativa, sino que su labor se limita a tratar de cortar la cadena de transmisión del virus". En este sentido, la consejera advirtió de que cada contacto que se quede fuera del ámbito de actuación de los rastreadores "es un riesgo para toda la población", por lo que apeló a la solidaridad.

PARÓN DE VACUNACIÓN

Con todo, el parón temporal de la vacuna de AstraZeneca ha supuesto un serio varapalo a la estrategia vasca de vacunación ya que ralentiza todo el proceso. No hay que olvidar que AstraZeneca era el preparado del que más cantidad se estaba inoculando (tanto a docentes como ertzainas y policías, así como a personal de segunda línea) por lo que afectará seriamente al ritmo de vacunación. De hecho, solo está semana se han suspendido hasta nueva orden las 1.580 citas ya concertadas en Euskadi para su inoculación, así como la administración de otras 24.000 dosis programadas para los próximos días.

El frenazo obliga asimismo al Departamento de Salud a reorganizar los puntos de vacunación. Sin embargo, Osakidetza sigue adelante con la administración de las vacunas de Pfizer y Moderna, vacunas de Pfizer y Modern de las que el lunes se recibieron 30.420 y 10.600 unidades, respectivamente, que servirán para terminar con el primer pinchazo a los mayores de 90 y de 80 años y para administrar tanto primeras como segundas dosis al personal sanitario.

SUSPENDIDA POR PRUDENCIA

Aunque algunos expertos ya se han pronunciado y aseguran que la paralización del uso de AstraZeneca obedece a un exceso de prudencia, El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud decididó interrumpir el lunes durante 15 días la administración del antídoto de Oxford hasta que la Agencia Europea del Medicamento dilucide si está relacionada con los episodios trombóticos en una treintena de personas de varios países europeos que fueron inmunizadas con este fármaco.

Sin embargo, este organismo ha asegurado hoy mismo que sigue "firmemente convencido" de que los beneficios de la vacuna de AstraZeneca superan a los riesgos de efectos secundarios y, por el momento, no ha encontrado "indicios" que demuestren que los casos de coágulos estén relacionados con su administración.

52.760 DOSIS ADMINISTRADAS EN EUSKADI

En la rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, ha vuelto a lanzar un mensaje de tranquilidad a los vascos que han recibido este suero porque en Euskadi se han administrado 52.760 dosis sin que haya constancia de ningún efecto secundario de gravedad.

Al mismo tiempo recuerda que la suspensión es cautelar. Admite que Osakidetza está recibiendo llamadas de personas que han sido inmunizadas con AstraZeneca y que quieren información sobre posibles efectos adversos, pero desde el Servicio Vasco de Salud se les recuerda que no ha habido reacciones graves y se les trasmite calma y serenidad.

La titular de Salud aclara que continuará con la inmunización de los mayores de 80 años. Hasta el momento, entre los mayores de 90 años se han dado 30.565 dosis, 89,3% de la población diana, y entre los mayores de 80 se han administrado 31.493, es decir se ha pinchado ya a uno de cada cuatro.

Además se ha terminado ya con la primera dosis a centenarios, y el siguiente grupo será el de personas de más de 70 años. Sagardui explica que el objetivo del Departamento de Salud es que la vacuna empiece a administrarse "cuanto antes" a nuevos grupos de población pero reitera que todo dependerá de la "disponibilidad" de dosis, por lo que no ha concretado cuando podría empezar a administrarse el antídoto a los mayores de 70 años.

"LAS VACUNAS SON EFICACES"

En total, en Euskadi se han inyectado hasta la fecha 248.308 dosis, de las cuales 68.035 son segundas inoculaciones. La consejera reiteró la "eficacia" de las vacunas ya que únicamente 974 personas que recibieron la primera dosis ha resultado infectada de coronavirus, lo que representa un 0,56% del total de vacunados. Además, una vez han transcurrido los siete días necesarios para desarrollar anticuerpos tras recibir la vacuna, el número de positivos por coronavirus se reduce al 0,42%.

En el caso de las personas que ya han recibido ambas dosis, los positivos detectados son un 0,13% -dentro de los primeros siete días desde la administración del fármaco- y un 0,07%, una vez transcurrida una semana. "Podemos concluir por tanto que la vacunación es eficaz", razona Sagardui, quien no obstante llama a no relajar el cumplimiento de las medidas de prevención".