El médico y psicólogo bilbaino Carlos Martín Beristain ha advertido este jueves, tras recoger el Premio René Cassin de Derechos Humanos que concede el Gobierno vasco, de que si los mecanismos que hacen posible "el horror a gran escala" siguen sin desmantelarse, el objetivo de la no repetición de la violencia y el terrorismo puede acabar limitándose a un mero "deseo bienintencionado".

Martín Beristain, que tiene una larga trayectoria en la atención psicosocial a víctimas de todo el mundo y que ha sido asesor de comisiones de la verdad en diversos países, ha recibido el Premio René Cassin de la mano del lehendakari, Iñigo Urkullu, quien ha agradecido a este médico bilbaino su compromiso al servicio de los derechos humanos, así como su esfuerzo por "dar voz a los sin voz" y por "construir puentes donde solo había orillas enfrentadas".

En un acto celebrado en la sede de Lehendakaritza, en Gasteiz, Martín Beristain ha afirmado que los derechos humanos no son una mera "declaración", sino que están escritos "en miles de personas que son expulsadas de sus propias vidas" por las guerras, la exclusión y la miseria.

Este experto en la atención a damnificados por la violencia ha explicado que reivindicar la "centralidad" de las víctimas no significa que éstas tengan siempre la "razón", sino que su experiencia y sufrimiento "no es polvo que se pueda esconder bajo la alfombra". Al contrario, ha asegurado que ese dolor y esa experiencia constituye "la base de la reconstrucción" de la convivencia.

ETA Y GAL

Martín Beristain también se ha referido a su experiencia como facilitador de la Experiencia Glencree, que en 2012 reunió a víctimas de diversos tipos, entre las que se encontraban algunas de ETA y otras de los GAL.

Según ha recordado, aquel proyecto se desarrolló cuando ETA "todavía" cometía atentados, cuando seguían produciéndose "denuncias de torturas" policiales, y cuando existía un importante "bloqueo político", factores, todos ellos, que "auguraban el fracaso de cualquier diálogo entre diferentes".

No obstante, ha destacado que las víctimas que participaron en aquella experiencia acabaron sintiéndose "identificadas" las unas con las otras, al reconocerse como víctimas de un "mismo lado", el de quienes "habían puesto el sufrimiento". "Dieron una lección a toda la sociedad sobre el examen crítico del pasado", ha afirmado.

El lehendakari ha agradecido a Martín Beristain su compromiso en favor de los derechos humanos de "todas las personas", tanto en Euskadi como en el resto del mundo.