Jon, Zakane, Mario, Paula, Ainhize, Luzia, Oinatz, Asier, Erlantz, Martina, Inés, Alain y Gorka han puesto voz en un vídeo a una reclamación que afecta a 350.000 personas en Euskadi. A través de una campaña impulsada por Unicef Euskadi en la que instan a los políticos a que “prioricen” los derechos de este colectivo, trece niños y niñas y adolescentes alzan la voz en un vídeo para solicitar a los adultos que voten por ellos: “No tienen derecho a voto, pero las decisiones que se toman les afecta”, destacó ayer el presidente del comité de Unicef en el País Vasco, Isidro Elezgarai.

La organización presentó ayer en la sede de Yimby en Bilbao un documento con 40 propuestas y ante las inminentes elecciones instan a los políticos para que en la próxima legislatura 2020/2024 les tengan en cuenta. “Son sujetos de pleno derecho, que conocen lo que ocurre a su alrededor y su aportación es clave para su bienestar y desarrollo”, apostilló Elezgarai. El presidente de Unicef hizo hincapié que “en un contexto global complejo, cambiante y lleno de desafíos la Convención de Derechos del Niño (CDN) y la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible proporcionan un excelente marco para dar respuesta a los grandes retos que afectan a Euskadi, en especial, a los niños y niñas más vulnerables”. Y es que, según Unicef, la protección de sus derechos y su bienestar, “bajo la consigna de no dejar a nadie atrás”, también debe ocupar un lugar central de las políticas públicas”. En Euskadi, el 26% de los niños y adolescentes -más de 91.000-, están en riesgo de vulnerabilidad. Desde Unicef son conscientes de que las cifras de menores en situación de y exclusión social crecerá a consecuencia de la pandemia del covid-19 en Euskadi. Por eso, desde la organización consideran clave que los políticos se comprometan de manera firme con este colectivo y concedan “prioridad presupuestaria” para dotar de una inversión suficiente, adecuada y estable” a la lucha contra la pobreza infantil. Tras recordar que existe un 16,5% de familias vascas en situación de “pobreza técnica (padres que trabajan pero no llegan a fin de mes para compras básicas), Elezgarai destacó que invertir en la infancia y adolescencia resulta “económico, es justo y rentable, porque los beneficios repercuten en toda la sociedad”.

Por su parte, la coordinadora de Unicef Comité País Vasco Elsa Fuente confió, a su vez, en que “a partir del 12 de julio, los menores sean una prioridad en el desarrollo de políticas públicas, tal y como se recoge en el Pacto Vasco por las Familias y la Infancia, contribuyendo al doble objetivo de avanzar en el bienestar de los niños y adolescentes, y, también de proteger hacia un entorno más justo y sostenible para todos”. En este sentido, el listado de las 40 propuestas políticas para Euskadi, Unicef, solicita “mecanismos y coordinación institucional que garanticen que se tenga en cuenta el interés superior de la infancia y adolescencia y que se reconozca expresamente como una prioridad presupuestaria a la infancia y adolescencia. “Las propuestas tienen un doble objetivo; por un lado avanzar en el bienestar de los derechos de los menores y de sus familias y de progresar hacia un entorno más justo y sostenible para todas las personas”, destacó Elsa Fuente.

Desde la organización también demandan “garantizar el derecho a una educación inclusiva y de calidad para todos los menores, rompiendo la brecha digital y la desigualdad socioeconómica para avanzar en la Ley Vasca de Educación que garantice esa inclusión”. Según explicó la coordinadora de Unicef es fundamental el apoyo educativo que “cubra costos indirectos de la educación obligatoria, ya que la inversión de recursos tiene un impacto positivo en la calidad y la equidad del sistema”.

La organización es consciente de que por delante todavía hay mucho trabajo por hacer, pero, sin embargo, confían que una vez que el nuevo Gobierno vasco esté constituido los 350.000 menores de Euskadi ocupen el lugar que se merecen en las políticas públicas.

Pacto vasco. En 2008 se suscribió el pacto vasco por la Infancia y las familias. En el mismo se recogen compromisos en los que ahora se debe seguir avanzando.

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Propuestas Unicef reclama coordinación institucional para que se reconozca como una prioridad presupuestaria a la infancia y adolescencia.