- “Va a ser un verano sin precedentes”, aseguró ayer el viceconsejero de Seguridad del Gobierno vasco, Josu Zubiaga, en la presentación del dispositivo de tráfico en las carreteras vascas para este verano. Un periodo estival marcado por los efectos y las consecuencias de la pandemia provocada por el coronavirus y que se caracterizará por presentar apenas circulación de paso protagonizada por conductores extranjeros en detrimento de un tráfico mucho más abundante, tanto por el interior de Euskadi como en su relación con las comunidades autónomas limítrofes.

El Departamento vasco de Seguridad expuso ayer las previsiones que maneja para gestionar el aumento del tráfico que tradicionalmente se genera en el periodo estival. Unos planes que van a ser muchos más variados que años anteriores ante una disposición muy distinta por parte de la sociedad vasca a la hora de pasar su tiempo de ocio.

En el operativo especial salida y retorno, los técnicos de la dirección de Tráfico prevén “baja intensidad de tráfico internacional y mayor tráfico interno”, indicó el viceconsejero, quien especificó que estarán preparados para la hipotética apertura de fronteras con Marruecos, lo que supondría un aumento del tráfico internacional que atraviesa Euskadi. Para ello está previsto un refuerzo de la señalización con información específica en castellano, euskera, inglés, francés y árabe, además de otras medidas. La semana pasada el gobierno del país africano suspendió la tradicional operación Paso del Estrecho para dar paso a los miles de inmigrantes marroquíes que cada verano bajan cargados de bártulos en sus vehículos para pasar sus vacaciones en casa.

En todo caso, de notarse algún tráfico internacional de paso por la red viaria vasca, será principalmente el que pueda venir del norte de Europa en dirección hacia Portugal,

De esta forma, la Comunidad Autónoma Vasca se enfrenta a una operación salida y retorno de vacaciones “llena de incertidumbre”, concretó Zubiaga, por lo que el Departamento de Seguridad “está preparado para todos los escenarios posibles”. Lo que es evidente es que, a diferencia de otros años en los que se produce un importante tránsito de vehículos extranjeros, el presente será un verano con mayor flujo de tráfico entre Bizkaia, Araba y Gipuzkoa y desde Euskadi a territorios limítrofes de Nafarroa, La Rioja, Cantabria y Burgos, así como con Iparralde.

Ello supondrá que las retenciones y atascos que se generan en fechas clave puedan aumentar en los tres puntos principales de acceso a la CAV. Por ello, la dirección de Tráfico pondrá el ojo especialmente en la A-8, sentido Cantabria; en la AP-8, en la zona fronteriza, en el acceso a la autopista AP-1, desde la autovía A-1 en Armiñón, y en los enlaces entre la AP-1 y la N-622, hacia Gasteiz, y la N-622 y la A-1, en dirección a Burgos.

Según especificó Zubiaga, que compareció en compañía de la directora de Tráfico, Sonia Díaz de Corcuera, el operativo especial dio comienzo ayer, a las 15.00 horas, y se prolongará hasta septiembre.

Ello supondrá el despliegue por la red viaria de 550 agentes de las unidades de Tráfico de la Ertzaintza, los cuales “velarán por la seguridad y la fluidez de vehículos en la carretera, además de facilitar información in situ de la situación de la misma”, indicó Zubiaga. Su labor en tierra se verá reforzada por un helicóptero, que enviará imágenes al Centro de Coordinación de Tráfico de Euskadi, para actuar de forma inmediata en función de cómo se desarrolle la movilidad en Euskadi.

El viceconsejero informó de que la previsión que se habría realizado este año en “circunstancias normales” en cuanto al flujo de tráfico rondaría el 1.900.000 vehículos, pero que en la situación derivada del cononavirus no es posible ofrecer una “cifra de vehículos”, aunque el “dispositivo está preparado por si se llegase a la cifra prevista”.

Entre julio y agosto del pasado año fallecieron seis personas en accidentes de tráfico en Euskadi, una menos que el verano anterior, registrándose 1.228 accidentes, con 419 personas heridas. Para reducir en la medida de lo posible estas cifras, Tráfico ha puesto en marcha una campaña de sensibilización denominada Volver a salir/Berriro ateratzea, que apela a la responsabilidad en la conducción. Aunque la campaña va dirigida a toda la sociedad, Díaz de Corcuera recordó “a los colectivos más vulnerables, como son los viandantes, ciclistas y motoristas, quienes centran otras acciones más específicas”. La directora de Tráfico finalizó diciendo como “la recuperación de la movilidad no puede distraernos del objetivo de mantener la máxima prudencia al volante, para evitar víctimas”.

La Dirección de Tráfico pondrá especial atención en los puntos críticos de la red viaria vasca: la A-8, sentido Cantabria; la AP-8, en la zona fronteriza; el acceso a la autopista AP-1 desde la autovía A-1, en Armiñón, y los enlaces entre la AP-1 y la N-622, hacia Vitoria-Gasteiz, y la N-622 y la A-1, dirección Burgos.

Se reforzará, en colaboración con las diputaciones forales, la señalización en puntos estratégicos de la red viaria principal y también en las áreas de servicio.

550

Es la cantidad de agentes de la Ertzaintza que se distribuirán por las carreteras vascas para asegurar que no se generen atascos y evitar accidentes.