Primer día sin limitación de movimientos en Bizkaia y calma chicha en dos de los puntales turísticos de la costa de Busturialdea y Lea-Artibai. Mundaka y Lekeitio acaparan gran cantidad de segundas viviendas, lo que suele disparar su cifra de habitantes en verano. Y aunque muchos temían ayer la arribada de veraneantes, lo cierto es que sus calles mostraron su estampa habitual. Pero hay quien avisa de la que se puede avecinar. "La avalancha, si es que al final llega aquí, será a partir del viernes", señaló Unbelin Aranburu, mientras adecentaba el chiringuito que regenta en la Talaia mundakarra.

Ni siquiera la ola de Mundaka apareció para atraer a surfistas, visitantes habituales de la localidad. "Está el pueblo en calma. Saca una foto de la Talaia y verás que estamos nosotros solos. Algún vecino que está dando una vuelta o alguno que ha caído aquí, pero pocos", remarcó gráficamente Aranburu. Pillado "en la puesta a punto" de su chiringuito, aseguró sin cortapisas que no se movía mucha gente, "pero que llegará el tiempo en el que el pueblo se llene, porque quien lleva veraneando aquí toda la vida no dejará de venir en pocas semanas". Y, de hecho, muchos de ellos pasan por su establecimiento, como por otros del pueblo. "Estoy seguro que cambiaremos la forma en la que tomamos los potes. Ya hemos empezado a mantener las distancias y a cumplir órdenes de horarios. Creo que en verano seguiremos haciendo lo mismo, pero hay que concienciar a la gente". incidió. "Es mejor cumplir las normas que, por saltártelas, te pille el bicho", remató.

En lo que respecta a los ayuntamientos, tanto Mundaka como Lekeitio están ideando medidas para que una posible avalancha de visitantes en verano no repercuta negativamente en los municipios. El alcalde mundakarra, Mikel Ruiz, aseguró que adoptarán iniciativas como incremento de la policía local, ampliación de la zona azul para residentes o el control de las zonas que se suelen masificar, caso de Txorrokopunta, Santa Katalina o la Talaia.

En Lekeitio, y con algunas decisiones ya tomadas, su primer edil, Koldo Goitia, afirmó que se podrían aumentar las medidas de control conforme se vaya vislumbrado más a las claras la situación. Pero ambos coinciden en el "civismo" como arma de prevención. "Tenemos que hacer esfuerzos, ya seamos residentes, visitantes o veraneantes".