Los datos de nuevos fallecimientos por coronavirus han registrado un aumento en las últimas 24 horas en Euskadi, con 13 decesos más, frente a los 7 de ayer, que elevan a 1.403 el total de muertes causadas por covid-19 desde el inicio de la pandemia, mientras que el número de casos positivos asciende a 17.553, de los que el 79,7% están ya recuperados o dados de alta, según ha informado la consejera de Salud, Nekane Murga.

Murga ha comparecido este sábado en rueda de prensa, junto a la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia, para dar a conocer los datos actualizados del covid-19, así como los cambios que implica la entrada de Euskadi, el próximo lunes, en la Fase 1.

Según ha informado, hasta el momento, se han producido 1.403 fallecimientos en total, 13 registrados a lo largo del día de ayer. Además, 477 personas permanecen hospitalizadas, 16 menos que ayer, de las que 401 están en planta y 76 en UCI.

El número de casos confirmados de coronavirus desde el comienzo de la pandemia hasta ayer a las 20.00 horas asciende a 17.553, de los que un 79,7% están recuperados o dados de alta.

En Euskadi se han realizado en total 127.694 PCR y 74.796 Test rápidos o serológicos, y, hasta las 20.00 horas de ayer, se hicieron en total 9.446 pruebas.

Los nuevos positivos confirmados ayer mediante PCR, prueba que detecta si una persona contiene el virus y está enferma en ese momento, ascienden a 53. Por territorios, son 10 en Álava, 34 en Vizcaya y 9 en Guipúzcoa.

Los nuevos casos detectados por "test rápido", prueba que mide la inmunidad adquirida o los anticuerpos generados por una persona y pueden indicar una infección pasada, son 343.

En cuanto a la situación por territorios, en Araba hay actualmente 104 personas hospitalizadas, mientras que son 349 las muertes confirmadas y 4.604 el total de casos positivos. Vizcaya presenta, por su parte, el mayor número de hospitalizados con 287, así como 778 personas fallecidas y 9.962 infectados.

Por lo que respecta a Guipúzcoa, son 86 las personas hospitalizadas, mientras que el total de casos positivos es de 2.987 y son 276 las personas que han perdido la vida durante la pandemia.

VISITAS A PACIENTES NO COVID

Por otro lado, Nekane Murga ha anunciado que los pacientes ingresados en hospitales de Euskadi en zonas no covid podrán empezar a recibir la visita de una persona, y la posibilidad de ser acompañado se valorará de manera individual.

Murga ha explicado que Euskadi "se está adaptando a la nueva situación y esto también ocurre en Osakidetza". Según ha indicado, estamos en una "fase diferente" y, por ello, consideran que es momento de replantear una de las medidas "más difíciles que tuvimos que adoptar en el momento más difícil de la pandemia", como fue la restricción de las visitas a las personas enfermas que estaban hospitalizadas, aunque "con excepciones", de forma que se facilitó el acompañamiento en partos, a menores o de personas que estaban al final de la vida.

Osakidetza, ha dicho, "mantuvo y facilitó un contacto con las visitas de forma telemática o por telemática". "Sabemos que no sustituyó la proximidad en estas situaciones que se vivieron, y entendemos que esto pudo ser para muchos de ellos algo adicional al sufrimiento de saber que sus personas queridas estaban enfermas y, en algunos casos fallecieron", ha reconocido.

Tras insistir en que fue una medida que, en ese momento, fue "necesaria y útil, y que, en cierta medida, garantizó la seguridad de los propios pacientes, los profesionales y las visitas", Murga ha considerado que estamos "en condiciones de levantar esta restricción de forma progresiva".

Por ello, los pacientes ingresados en zonas no covid van a poder empezar a recibir la visita de una persona. Esta medida, ha precisado Murga, "se valorará de forma individual y se tendrán en cuenta aspectos también de paciente, como su situación clínica y emocional, el tiempo que va a permanecer y va a durar el ingreso, y si la persona que va a visitar o la que está ingresada en mayor o muy vulnerable".

En todo caso, ha señalado que la persona que acompañe deberá ser preferentemente siempre la misma, y ha confiado en que "la situación de nuestros hospitales, de las unidades y de los profesionales que en ellas trabajan vayan facilitando que el acompañamiento de nuestras personas enfermas se pueda ir aumentando y mejorando".

Murga ha señalado que Euskadi entrará el próximo lunes en la fase 1 de desescalada, "un paso fruto del trabajo de estos meses". Según ha destacado, Euskadi "ha demostrado estar preparada para iniciar cambios progresivos en el ámbito social, educativo, y laboral", así como de "tener capacidad de monitorizar la evolución de la epidemia y de dar una respuesta asistencial en el caso de que se genere un aumento de nuevos casos".

Según ha recordado, el Gobierno vasco ha defendido "desde el primer momento que la desescalada se gestione desde el principio de proximidad, y respetando el marco competencial del autogobierno".

En cuanto a las medidas a adoptar en la fase 1, que arrancará el lunes y se prolongará hasta el 24 de mayo, ha dicho que "todos debemos recordar que el distanciamiento debe ser de al menos dos metros en cualquier actividad que realicemos" y la mascarilla debe utilizarse en los lugares públicos donde no pueda mantenerse esta distancia".

"La mejor prevención siempre está en el lavado de manos", ha insistido, para instar a mantener "un bajo número de contactos y una movilidad reducida". En ese sentido, ha indicado que "la movilidad se debe priorizar en el propio municipio y evitar el transporte público".

Murga ha explicado que, en todos los aspectos que se evalúan, tanto cuantitativos como cualitativos, para la entrada en la Fase 1 "nos han posicionado en un puesto adecuado para inicia resta fase", pero "somos conscientes de la realidad". "Vivimos una epidemia que se inició a partir de un acto social en el que se juntaron personas, y también por uno de nuestros profesionales en un viaje y después en un contagio entre personas, y hemos conocido una incidencia de las más altas del Estado, lo que nos lleva a la prudencia", ha remarcado.

En cuanto al miedo al contagio, ha reconocido que "el temor o infravalorar el riesgo es algo muy individual". En ese sentido, ha señalado que "hay personas que pueden tener medidas extremas de distanciamiento y pueden generar un temor no justificado", ya que "debemos todos empezar a ser conscientes de que estamos en una cifras de infección bajas". Sin embargo, ha señalado que "la posición contraria de creer que ya no hay infección ni riesgo de contagio tiene riesgo individual pero sobre todo tiene riesgo colectivo".

"El que ahora se permita que haya agrupaciones de 10 personas no quiere decir que puedan estar 10 personas a menos de 10 metros y que una persona cada día pueda estar con diez personas diferentes, o sea con 100 al final de la semana", ha advertido.