Euskadi vivió ayer una nueva normalidad después de casi 50 días de confinamiento. Las calles volvieron a llenarse, aunque en tres franjas horarias diferentes, según la edad, algo a lo que habrá que acostumbrarse, por lo menos, hasta que se levanten las restricciones, lo que significará que habremos logrado vencer al virus. Deportistas y paseantes tuvieron la oportunidad de salir de sus casas para respirar aire fresco y romper con la monotonía que vienen viviendo desde el 14 de marzo, cuando se decretó el confinamiento.

El primer turno establecido, de 6.00 a 10.00 horas, fue para las personas mayores de 14 años que, en su caso, aprovecharon para hacer deporte, la mayoría de ellos ciclistas y corredores solitarios, y para pasear. Aunque con restricciones, volver a pisar el asfalto les permitió dejar atrás los entrenamientos on line que les acompañaron durante todos estos largos días de encierro en casa.

El buen tiempo invitó a echarse a la calle. Es por eso que una de las zonas de Bizkaia más transitadas fue la costa, en el caso en concreto de Getxo, Santurtzi, o los márgenes de la ría en Bilbao, así como en Barakaldo. De hecho, en la localidad fabril, la Policía Local tuvo que realizar avisos por megafonía y cortó el paso temporalmente para evitar que se aglomerasen los viandantes o ciclistas.

En la capital vizcaina, la Policía Municipal decidió permitir finalmente el senderismo como práctica deportiva en la ciudad, tras haberlo prohibido la noche del viernes, después de comprobar ayer por la mañana la "participación responsable" de los bilbainos que acudían a Artxanda o Pagasarri.

También en Donostia y Gasteiz

En Donostia también se pudo ver a surfistas surcar las olas de la Zurriola y a nadadores cruzar la bahía donostiarra rumbo a la isla de Santa Clara al filo del amanecer y con el agua en torno a los 16 grados.

Por su parte, el Ayuntamiento de Gasteiz difundió planos explicativos para hacer uso de los parques del Anillo Verde de la ciudad, donde solo se permite circular en sentido único.

Tras las cuatro horas matinales dedicadas a deportistas y caminantes llegó el turno de mayores y personas dependientes, algunos de los cuales rompieron por primera vez el encierro total al que les obligó un virus al que son especialmente vulnerables. Eso sí, todos ellos en un radio de un kilómetro. Los paseos de mayores se concentraron fundamentalmente en los barrios sin coincidir con los de los menores.

Los datos del coronavirus son algo más alentadores y muestran una buena evolución. Con el objetivo de mantener esta tendencia, la consejera de Salud, Nekane Murga, reconoció ayer que, tras visionar imágenes de la masiva asistencia de personas que acudió ayer a practicar deporte, que le "preocupa que haya aglomeraciones" ahora que se puede salir a la calle a hacer deporte y pasear, y pidió que se valore el riesgo que supone acudir a las zonas "más atractivas" donde pueden concentrarse más personas.