La esperanza es como el sol. Deja las sombras atrás. Ésta sería la visión global más extendida entre los jóvenes vascos tras el confinamiento por el coronavirus. Según una encuesta realizada por el Observatorio Vasco de la Juventud, una mayoría de los y las jóvenes asumen el aislamiento social, se prestan a participar en actividades, bien directas cuando se puede, o bien on line para ayudar en auzolan a quienes lo necesitan, especialmente a mayores y niños y niñas.

Los estereotipos de rebeldes sin causa o de conflictividad parece que están en las antípodas de lo que este sondeo pone de manifiesto sobre el comportamiento de la juventud en este ya largo periodo de cuarentena. Por eso, si la esperanza es el sol, ellos están dando la cara y dejando las sombras atrás.

Por ejemplo, únicamente el 56,2% de los encuestados decía sentirse poco o nada comprometido con la necesidad de confinamiento para frenar el coronavirus mientras que ocho de cada diez jóvenes sentían que su obligación era seguir las medidas y recomendaciones impuestas por las autoridades sanitarias. En este sentido, consideran que su obligación, en los momentos de crisis como los que vivimos, es ayudar a los demás, mostrando un alto grado de preocupación por la situación que están atravesando en este periodo de reclusión obligatoria las personas con enfermedad mental o mujeres víctimas de malos tratos, que deben convivir con su agresor. Aunque los sentimientos positivos son más compartidos que los negativos, también es relevante la importancia que se les concede a los mismos dependiendo del género.

Emociones como serenidad, calma, seguridad y confianza están más extendidas entre los varones, mientras que el miedo y la preocupación, la ansiedad y el estrés, el agobio y la depresión, o la soledad y la tristeza son más mencionados por las mujeres. A pesar de ello, tan solo el 18,9% de la población joven de Euskadi reconoce tener sentimientos de soledad y tristeza.

La encuesta on line

En esta mismas fechas, DEIA conversó con Ksenia Vorobyeva, 'Susa', que cursa sus estudios en la Mondragon Unibertsitatea. Ambos se habían propuesto tomar el encierro obligatorio con paciencia y resignación. "No queda otra, quejarte no sirve de nada, solo para amargarte y hacer la vida desagradable a quienes te rodean. Hay que pasarlo y cuánto mejor cumpla la gente con las recomendaciones antes saldremos de ésta", dice sonriente Danel, quien desde el inicio del claustro se marcó su rutina diaria, sobre todo en los estudios, "para no perder el ritmo y poder llevar a cabo el proyecto de fin de curso".

Tanto Susa como Danel siguen las noticias de la pandemia del covid-19 por los medios de comunicación y, por supuesto, por las redes sociales, aunque ambos reconocían estar ojo avizor para detectar las informaciones tendenciosas y los bulos que sobre el covid-19 circulan por Internet.ojo avizor p "Es terreno abonado para que rulen las noticias falsas y tendenciosas, todos las estamos recibiendo desde el primer momento del confinamiento", dicen, al tiempo que reconocen que tienen los medios suficientes para comprobar la veracidad de los mensajes que reciben.

Transcurrido un mes desde nuestra primera charla con estos dos veinteañeros, los dos reconocen a DEIA que, aunque el confinamiento les empieza a pesar como una losa, también están esperanzados, "porque cada vez queda menos para que esta pesadilla pase".

Con el paso de los días, explican que continúan manteniendo los horarios y que mantienen una disciplina para no tener la tentación de caer en la desidia, el aburrimiento. Además, son conscientes de que tras la crisis sanitaria, la económica volverá a golpear con dureza a la sociedad, "sobre todo a los jóvenes", apunta Susa que, de hecho, algunas de sus amigas ya están sufriendo los ERTE, "que proliferan de forma escandalosa", según dice con preocupación, ante las negras perspectivas laborales de los jóvenes .

Aunque consciente de lo que se avecina tras los efectos causados por el virus felón, Danel se muestra menos pesimista que Susa. "Se cerrarán algunas puertas para trabajar, pero al tiempo quiero pensar que se abrirán otros nichos laborales para los jóvenes y tendremos que estar al tanto para saber aprovecharlos", apostilla Danel.

Aislamiento

El seguimiento de las medidas y consejos es mayoritario entre los y las jóvenes en sus casas: el 53,3% sigue todas las pautas fijadas al confinamiento y también a la limpieza

46,3%

Es el porcentaje de chicos y chicas vascos que ya se habían establecido unos hábitos diarios por iniciativa propia; un 14,9% apoyados por su centro de estudios.

Teletrabajo

En la primera quincena más de la mitad que estaban trabajando lo hacían mediante el teletrabajo (59,8%) y el 10,3% combinaba todavía el teletrabajo con la fórmula presencial.