DONOSTIA. "No sabemos exactamente lo que haremos, pero lo que hagamos será en cumplimiento de la ley, siguiendo la normativa", ha asegurado a EFE Íñigo Mijangos, presidente de SMH.

El Aita Mari era un atunero vasco reconvertido hace un año en barco de salvamento por esta ONG, que no pudo cumplir su objetivo de salvar vidas en el Mediterráneo por carecer de autorización. Tras sucesivos retrasos a causa de los permisos, finalmente prestó ayuda humanitaria a los refugiados de las islas griegas durante la primavera.

El 30 de junio regresó a su base en el puerto de Pasaia para ser sometido a una serie de reparaciones y mejoras, que ya han concluido, por lo que la intención es partir entre el 24 y el 26 de agosto.

No han solicitado aún el permiso a las autoridades marítimas porque entienden que es suficiente con pedirlo "de un día para otro", aunque sí esperan "un despacho limpio", sin "medidas coercitivas" que les impidan realizar la labor de rescate de migrantes a la que aspiran.

Estos impedimentos les ha llevado a presentar alegaciones ante la Dirección General de la Marina Mercante contra anteriores despachos y están dispuestos a proseguir por la vía judicial ordinaria si se agota la administrativa, por lo que mantienen vivo el "crowdfunding" que pusieron en marcha para costear los gastos de sus abogados.

De momento, ya han comenzado a abastecer el barco, aunque aún faltan algunos miembros de la tripulación, que acabarán de llegar a Pasaia la próxima semana.