Bilbao - El año pasado casi 23.000 familias con hijos e hijas menores de 18 años fueron perceptoras de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) -lo que representan un 30,48% del total de hogares que la reciben-, una ayuda social que, según el informe La realidad de la infancia vasca en 2018, benefició a 36.861 niños, niñas y adolescentes, aproximadamente el 10% de la población menor de edad de la Comunidad Autónoma Vasca. A la hora de analizar los datos, se observa que al cierre de 2017 la cifra de familias con hijas e hijos menores que recibían la RGI era un 3,45% menor que en 2016, pero sensiblemente mayor que en 2015 o 2014, debido a que la crisis económica iniciada en 2008 tuvo un efecto mayor sobre los colectivos más vulnerables, entre los que se encuentran el de la infancia y la adolescencia.

El informe diagnóstico publicado por la Dirección de Política Familiar y Diversidad del Gobierno vasco apunta que “parece que la consolidación del Sistema de Garantía de Ingresos y del Sistema de Servicios Sociales en la CAPV ha sido un factor importante a la hora de mitigar, aunque sea parcialmente, las consecuencias de la crisis, mediante el apoyo a la inclusión de quienes carecen de recursos y el reconocimiento del derecho subjetivo a disponer de medios económicos para hacer frente a las necesidades básicas de la vida. Un sistema de protección que favorece la contención de las tasas de pobreza infantil en la CAPV evitando que alcancen las cotas registradas a nivel estatal o europeo”.

En el capítulo dedicado al Bienestar material, el informe La realidad de la infancia y la adolescencia vasca en cifras 2018 señala que “el 10,5% de la población vasca menor de 15 años -34.390 niñas, niños y adolescentes- sufre pobreza real, esto es, vive en un hogar en el que no hay ingresos suficientes para satisfacer las necesidades básicas, particularmente las relacionadas con los gastos de alimentación, vivienda, vestido y calzado y carece de otros bienes con los que compensar dicha situación”. Este dato supone un cambio en la tendencia al alza que venía observándose en las tres mediciones anteriores: 2008 (7,3%), 2012 (9,5%) y 2014 (11,2%).

Según datos de la Encuesta de Pobreza y Desigualdades Sociales (EPDS) elaborada por el Gobierno vasco en 2017, un 9% de la población infantil vivía en riesgo de pobreza severa. Sin embargo, la EPDS más reciente, de la que solo se han publicado las tablas estadísticas, indica que en 2018 la tasa de riesgo de pobreza de la población vasca (de todas las edades) aumentó, pasando del 7,1% de 2016 al 8% actual, y afecta a 172.307 ciudadanos.

Según el estudio sobre la infancia de la CAV, un 16,7% de la población menor de 15 años -cerca de 54.700 menores- se encuentra en situación de ausencia de bienestar real. Son niñas, niños y adolescentes que viven en familias que no tienen recursos económicos suficientes para hacer frente, en el corto plazo, a los gastos habituales que son considerados como necesarios para mantener los niveles mínimos de bienestar y comodidad esperados en nuestra sociedad.

El informe destaca también que, según diferentes estudios, la población que forma parte de hogares monoparentales, especialmente en el caso de los encabezados por mujeres, tiene un mayor riesgo de pobreza. Así, el riesgo de pobreza en este tipo de hogares es del 13,8%, prácticamente el doble que el del conjunto de hogares (7,1%). En consecuencia, la cifra de niñas, niños y adolescentes de menos de 16 años que viven en este tipo de hogares en la CAV es de 27.642. Y es que hasta un 11,8% de la población vasca de menos de 16 años vive en hogares monoparentales, un porcentaje que se ha duplicado desde 2008 cuando era del 6% del total de niñas, niños y adolescentes vascos. Y en relación con el riesgo de pobreza, el informe también incide en que la mayor parte de los hogares monoparentales, el 87%, están encabezados por una mujer.

Pobreza infantil En el conjunto del Estado español y según la última Encuesta de Condiciones de Vida (ECV), el 32% de los menores de 18 años viven en hogares en riesgo de pobreza o exclusión social; la tasa de pobreza infantil (porcentaje de menores de 18 años que viven en hogares pobres) asciende al 28,3% -frente a un 20,1% para la población de 18 o más años-, y la de pobreza infantil severa es de un 15,5%: más de dos millones de menores se encuentran en situación de pobreza. La ECV de 2018 revela que el riesgo de pobreza afecta al 26,2% de los menores de 16 años.

En opinión de Andrés Conde, director de Save The Children España, “la tasa de pobreza infantil va a permanecer en niveles del 26,5%, uno de cuatro niños permanecerá en situación de pobreza en 2030 si no se toman decisiones importantes. La pobreza infantil se ha convertido ya en una enfermedad crónica”. Aunque esta “enfermedad no es incurable” y si existe voluntad y consenso político, si se invierte en políticas de infancia y se da un enfoque integral, la pobreza infantil podría reducirse en más de diez puntos en 2030.