sao paulo - Joao Gilberto fue un genio excéntrico que alumbró al mundo con la bossa nova, pero su eterno regalo se vio empañado por el sabor amargo de una disputa familiar, unas millonarias deudas y diversos procesos judiciales que oscurecieron su últimos años de vida. Padre de tres hijos, cuentan sus allegados que era dueño de un carácter introvertido que dedicó su vida artística a perfeccionar la perfección, aunque su vida personal estuvo lejos de eso. “Su lucha fue noble, intentó mantener su dignidad al perder su soberanía”, subrayó el menor de sus hijos, Marcelo, al confirmar su muerte. Sus palabras son una referencia velada a los últimos años de vida de su padre, marcados por una dura disputa familiar después de que su hija Bebel Gilberto, también cantante, le retirara judicialmente los poderes al alegar su edad avanzada. Carcomido por las deudas, en 2018 se vio obligado a abandonar su apartamento en el barrio Leblon, una zona noble al sur de Río de Janeiro, y vivía en una casa prestada. Tras una década sin conciertos, los problemas financieros y personales de Joao Gilberto ganaron terreno en los medios de comunicación y eclipsaron la obra maestra de uno de los creadores de la bossa nova. - Efe