LA celebración conocida como Eid al-Fitr que pone fin al Ramadán contó ayer con más de 3.500 personas en el Bilbao Arena. Este acto, toda una fiesta para la comunidad islámica, comenzó a las 9.00 horas con un rezo en dirección a La Meca y finalizó con un desayuno a base de té y dulces típicos árabes.

Entre los asistentes, numerosas figuras institucionales. Desde la organización agradecieron la presencia de los concejales Alfonso Gil, Itziar Urtasun, Yolanda Díez o Iñigo Pombo, en representación del Ayuntamiento de Bilbao. Además asistieron responsables de los consulados de Francia y Marruecos. Las autoridades religiosas y las asociaciones vecinales tampoco quisieron perderse esta destacada cita organizada por las cuatro mezquitas de Bilbao.

El Mostapha Ait Oukdim, responsable de la Comunidad Islámica de Bilbao, destacó el aumento de asistencia a la celebración con respecto a otros años y dio las gracias a los vecinos que respetan a quienes practican el Ramadán, pidiendo disculpas por las molestias que pudo causar su actividad nocturna durante el pasado mes de ayuno.

La fecha de celebración de esta fiesta se decide en función del calendario lunar y tiene una duración aproximada de treinta días, aunque muchos países árabes lo festejan en distintas fechas debido a discrepancias políticas.

El fin del ayuno es una de las celebraciones más importantes del mundo islámico, comparable con la Navidad para los cristianos. Por ello los alrededores del pabellón de Miribilla fueron testigos de un impresionante desfile de familias que llenan de color el lugar con sus túnicas y vestidos.

Los numerosos regalos son también un elemento esencial muy presente durante el “Eid al-Fitr”.

La misma cancha donde hace solo unos días el Bilbao Basket volvió a formar parte de la ACB, lució muy diferente para acoger el rezo de la comunidad islámica de Bilbao. La pista de baloncesto de Miribilla se transformó en una enorme mezquita a la que miles de fieles se acercaron para agradecer a Alá las fuerzas que les han permitido superar el mes de ayuno, especialmente duro en estos últimos días de tanto calor.

El Ramadán es uno de los cinco pilares fundamentales del islam, que comienza a realizarse alrededor de los 12 años de edad, aunque el Bilbao Arena estuvo lleno de niños y niñas que durante unas horas acompañaron a sus padres, madres y familiares más cercanos en este día tan señalado.

La organización agradeció la buena acogida del acto religioso e hizo un llamamiento para conseguir que la participación crezca año tras año. Esperan que en 2020 el colorido y las sonrisas vuelvan a inundar Bilbao en una festividad que representa como ninguna otra la diversidad cultural de la capital vizcaina.