BILBAO. Las nuevas jornadas forman parte de la última convocatoria de huelgas efectuada por los sindicatos ELA, Steilas, CCOO, LAB y UGT hasta final de curso, repartida entre los meses de marzo (del 12 al 15), abril (del 1 al 4) y mayo (los días 8 y 9).

El conflicto está motivado por la falta de acuerdo en la negociación del convenio en el sector, que lleva sin renovarse desde hace diez años, y afecta a 250 centros de iniciativa social, que representan el 70 % de la enseñanza privada concertada vasca.

En esos colegios trabajan cerca de 9.000 personas y estudian más de 100.000 alumnos.

Según fuentes sindicales, la negociación del convenio con las patronales del sector, Kristau Eskola y Aice-Izei, está parada. En los últimos tiempos las centrales han mantenido algunos contactos con el departamento de Educación, pero sin concretarse acuerdos.

Tras catorce días de huelga este curso, más tres el pasado, y otros diez más convocados hasta mayo, las familias de los alumnos vuelven a demandar soluciones: "Exigimos que se sienten a negociar", ha vuelto a clamar la presidenta de la federación que agrupa a las asociaciones de madres y padres de los centros de iniciativa social de la enseñanza concertada vasca (FECAPP), Miriam González.

"El curso lectivo en Bachiller está al borde del abismo. -Los alumnos- van a perder un mes entero de clase", ha lamentado González en declaraciones a Efe.

El Ararteko, por su parte, ha vuelto a llamar al entendimiento a las partes en conflicto y a que valoren la posibilidad de recurrir a los mecanismos de mediación del Consejo de Relaciones Laborales (CRL) o del departamento de Trabajo.

En una nota, el Ararteko, a quien las familias han transmitido en varios encuentros su "grave preocupación" por las consecuencias de las sucesivas huelgas en los alumnos, ha señalado que el conflicto, con origen en "el legítimo derecho a la huelga" por parte de los trabajadores, "no puede llevar a vaciar de contenido el derecho a la educación del alumnado".

Ha explicado que, por ello, ha mantenido contactos con Trabajo y el CRL y ha confirmado su "plena disponibilidad" para intervenir en favor de una mediación entre las partes. Sin embargo, ninguna de ellas "ha solicitado tal intervención", ha constatado.

En el marco de la nueva convocatoria, los trabajadores sacarán de nuevo a la calle sus reivindicaciones y protagonizarán distintas movilizaciones. Mañana lo harán en una manifestación en Bilbao.

Entre otras demandas, las centrales reclaman la recuperación del poder adquisitivo perdido en los últimos diez años, que cifran en cerca de un 13 %, un plan de recolocación de trabajadores afectados por el previsible cierre de aulas ante el descenso de la natalidad, el alivio de las cargas de trabajo y la mejora de las condiciones a los colectivos más "precarizados" (especialistas de apoyo educativo y trabajadoras de primer ciclo de educación infantil).

Con motivo de las nuevas huelgas, el departamento de Trabajo del Gobierno Vasco ha establecido los mismos servicios mínimos que fijó para los últimos ocho días consecutivos de paro llevados a cabo en enero pasado. En aquella ocasión la autoridad laboral aumentó los servicios mínimos con respecto a anteriores llamamientos.

En su orden de servicios mínimos, Trabajo señala que para garantizar "el control de acceso" a los centros afectados debe haber un persona del equipo directivo y una persona de la plantilla de subalternos.

Para "salvaguardar la función de protección", añade un profesor de Educación Infantil y otro para Educación Primaria, etapas en las que tendrá que haber otro docente a partir de cien alumnos matriculados en el centro.

Asimismo, se ha establecido como servicios mínimos la presencia de otro profesor en los centros para el conjunto de ESO, Bachiller y Formación Profesional, así como el 50 % del personal habitual en los centros y aulas de educación especial. EFE