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Elvia González del Pliego: “Un profesor homófobo mina el aprendizaje”

Elvia González del Pliego compartió ayer en el Encuentro de Políticas de Igualdad LGBTI su experiencia en la Universidad Iberoamericana de México

Elvia González del Pliego: “Un profesor homófobo mina el aprendizaje”

bilbao- ¿Cuál debe ser el papel de las universidades en la búsqueda de la igualdad de género y LGBTI?

-El papel que tienen es trascendental. Es el último espacio de formación en el que tienes a todo el alumnado junto, que viene de diferentes clases sociales, de diferentes niveles socioculturales y es el último espacio que tienes para llevarlos a ser críticos, a reflexionar y analizar las situaciones de desigualdades, discriminación, injusticia social? Si desde las universidades no les distes las herramientas y no fomentaste el pensamiento crítico y no les ayudaste a desarrollar las capacidades de análisis, no estás aportando lo que te toca como universidad. A ellos les tocará cambiar el mundo y si en este último bastión no lo hiciste, no cumples con tu función transformadora.

Usted es coordinadora del Programa de Género en la Universidad Iberoamericana. ¿Cuáles son los mayores retos y dificultades a los que se enfrenta?

-Sobre todo al tema de las creencias que hay al respeto. Hay mucho desconocimiento. Todo lo que se hizo de las marchas por la familia, que empezaron a hablar de una ideología de género similar al nazismo, fue sumamente grave, porque la gente que no entiende bien el tema se va por ahí. La gente ignorante, que no entiende, que no se molesta en leer libros, se deja llevar por esta gente manipuladora. Me cuesta trabajo la resistencia que hay al tema de la igualdad, la ideología patriarcal que está de base en todas las injusticias y desigualdades y violencias. Me cuesta trabajo que la gente de verdad se sume y se comprometa. Te dicen que sí por tener públicamente una postura correcta o por quedar bien, pero en la práctica no se mueven. Hay días que siento que es como estar moviendo yo sola un elefante.

¿Cómo se conjuga la lucha por la igualdad del colectivo LGTBI en una universidad jesuita?

-La universidad mantiene un completo respeto a la libertad de expresión. En este momento tenemos un rector, que es el padre David Fernández Dávalos, y es un defensor de los Derechos Humanos desde hace muchos años. Por eso tenemos un compromiso tan fuerte con todo lo relacionado con los Derechos Humanos y con los grupos vulnerables que necesitan apoyo. Se trabajan todos los temas de género, inclusión y respeto a la diversidad con este enfoque de género y Derechos Humanos. En la universidad, tanto en nuestras políticas como en el protocolo, está incluido el género y el tema de inclusión. Hacemos actividades, participamos en diferentes foros, tenemos diferentes líneas estratégicas y trabajamos el tema de la diversidad como tal con todos los grupos. Es una universidad encomendada a la Compañía, pero tenemos también grupos judíos, evangélicos, ateos? No es una universidad en la que haya evangelización.

¿Cuál es la mayor amenaza a la que se enfrenta el colectivo LGTB en el ámbito universitario?

-Se enfrentan mucho al desconocimiento. La discriminación se da por los prejuicios y los prejuicios vienen de la ignorancia y de las creencias religiosas, familiares o sociales. Hay quien piensa todavía que es una enfermedad psiquiátrica. Cuando partes desde la ignorancia y no te tomas la molestia de investigar, evidentemente hay personas que son profundamente discriminadoras. También se enfrentan a profesores homófobos. Tomar clases con un profesor que sea homófobo tiene que ser una de las más grandes pesadillas. Te impide ser libre, aportar, desarrollarte libremente y actuar como cualquier joven. Tienes que estar cuidándote de una agresión. Y eso mina también cuestiones de aprendizaje.