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Un hombre mata a su suegro en Iruñea y es detenido tras estar atrincherado seis horas

El agresor asesinó a J. V. C., de 60 años, golpeándole en la cabeza tras una fuerte discusión en presencia de su novia

Un hombre mata a su suegro en Iruñea y es detenido tras estar atrincherado seis horas

Iruñea - Moisés Fernández Chando, vecino de Iruñea, mató ayer golpeándole en la cabeza al padre de su pareja tras una fuerte discusión en su vivienda de la calle Santa Vicenta María del barrio iruindarra de San Jorge. La víctima, un varón de 60 años de edad (J. V. C.) fue hallado en el garaje del edificio por agentes de la Policía Municipal tras recibir el aviso de un vecino. El autor del crimen se atrincheró en su vivienda y, tras más de seis horas de negociación, el Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía Nacional derribó la puerta del domicilio y detuvo al hombre sin que este pusiera resistencia.

A las 14.25 horas del mediodía de ayer, el teléfono de emergencias recibió una llamada de un vecino del edificio donde ocurrieron los hechos y una patrulla de la Policía Municipal junto con un equipo médico se presentaron en el lugar y confirmaron el fallecimiento del varón de 60 años. Para ese momento, el autor del crimen ya se encontraba atrincherado en su piso. Tras más de media hora de espera, la Policía Nacional se hizo cargo de la investigación una vez que se habían personado en el lugar. Hasta allí se desplazaron el GEO, la Brigada Provincial de la Policía Científica y la Brigada Provincial de la Policía Judicial, que acordonaron y protegieron la zona próxima al edificio en el que se encontraba encerrado el autor del crimen.

Moisés Fernández Chando estuvo atrincherado durante toda la tarde en su domicilio. Según testigos, cabía la posibilidad de que tuviera a su pareja como rehén y de que se pudiera tirar por la ventana del quinto piso, en el que vivía, en cualquier momento, por lo que los agentes de policía hincharon una colchoneta de gran tamaño para evitar que perdiera la vida en el impacto contra el suelo.

Fermín Otamendi, juez titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Iruñea, se personó en el lugar y hacia las 19.30 horas ordenó el levantamiento del cadáver y sacaron al cuerpo del edificio. Acto seguido, la policía requisó una furgoneta gris que el autor del crimen tenía en su plaza de garaje.

Aunque inicialmente por el tipo de lesiones que presentaba J. V. C. en la cabeza se sospechó que podría haber recibido un disparo, las primeras exploraciones realizadas por los médicos forenses descartaron la utilización de un arma de fuego y apuntaron hacia el uso de un martillo u objeto similar como arma homicida, con la que el detenido habría golpeado al padre de su pareja.

Durante la tarde, Fernández se asomó en varias ocasiones a la ventana de su casa. El hombre de mediana edad estuvo varios minutos dialogando con su hermano que se encontraba un piso más abajo, donde residen sus padres.

negociación y detención Después de más de seis horas de negociación con el autor del crimen y de rumores en la calle, el Grupo Especial de Operaciones de la Policía Nacional derribó la puerta del domicilio de Moisés Fernández Chando y lo detuvo sin que este pusiera resistencia alguna. Según fuentes policiales, el autor del asesinato no iba armado en el momento de su detención, ni se encontraba acompañado por rehenes ni por otras personas en su vivienda. De esta manera, se descartó que la hija del fallecido llevara toda la tarde en el piso custodiado por los agentes de policía.

Tras una tensa tarde de negociaciones, la policía detuvo al autor del asesinato y, según informó un agente a la hermana de Moisés Fernández, lo trasladaron al Complejo Hospitalario de Navarra para realizarle una evaluación médica antes de llevarlo a comisaría.

El juez que se hizo cargo del caso, decretó secreto de sumario, por lo que ni la defensa, ni las acusaciones, si las hubiera, tendrían acceso a los resultados de las investigaciones realizadas por el propio juez o por la policía que lleva la causa.

antecedentes Moisés Fernández Chando era conocido en el barrio de San Jorge como El Moro por su implicación en el mundo de las drogas, según afirmaban varios vecinos de la zona. El autor de la muerte del varón de 60 años tenía antecedentes por tráfico de drogas y estuvo en prisión en el pasado.

Su hermana Lourdes Fernández afirmó ayer, tras la detención de su hermano, que en estos momentos este disponía de la libertad provisional.