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“Los que se endeudan por capricho suelen acumular microcréditos”

No existe un único perfil, aunque en la mayoría de los casos son personas que tienen más de un préstamo

Bilbao - Según los últimos datos, el número de personas que solicitarán el amparo de la normativa de la Ley de Segunda Oportunidad durante este año alcanzará los 10.000 casos. “Cualquier situación sobre endeudamiento, ya sea personal o por un negocio fallido, no tendría que ser el fin de dicha persona”, asegura Elvira Castañón, quien confiesa, no obstante, que no reciben muchas peticiones de gente que demandan que le exoneren la deuda por haber pedido un crédito para irse de vacaciones, aunque confiesa que por mucho que así fuera, no lo dirían.

No hay un perfil concreto de personas que se endeudan para disfrutar de unos días lejos de casa en las épocas estivales, hay mucha variedad entre el grupo de gente que solicita prestamos para las vacaciones. Desde familias con hijos, jubilados que quieren disfrutar, hasta gente soltera que desea vivir. Sin embargo, prácticamente todos ellos comparten el mismo patrón de endeudamiento. Muchos de los casos piden microcréditos y, según explica Elvira Castañón, “se sobreentiende que esos microcréditos son para caprichos, a lo mejor sí que es cierto que es para un momento puntual para pagar el alquiler, pero por las cantidades parece que son para caprichos que no pueden pagarse con su nómina”. Castañón asegura que, aunque no son muchos, los que se endeudan “por gusto” creen que “les podremos ayudar con sus caprichos, y no es así. Hay que tener un poco de cabeza, y el endeudamiento tiene que ser cierto, no porque quieres vivir como no puedes”, sentencia.

Afirma que los casos que se ha encontrado son de aquellos que no han mirado a futuro, que “a la vuelta de las vacaciones además de otros gastos tienen que pagar el dinero que han pedido y con unos intereses altísimos y no se dan cuenta cuando lo piden”. Siempre se ofrece la posibilidad de que al deudor se le perdonen sus deudas “una vez ha hecho todo lo posible por pagarlas”, y ofrecer ayuda a quienes tienen deudas “por disfrute” sería “un gran retraso en todo el avance que se ha hecho para aquellos que lo necesitan realmente”, asegura. - Andrea Valle