La familia acusada de violar a una hija lo niega todo

Gasteiz - El padre, la abuela, y tres tíos de una joven acusados de agredir, maltratar, esclavizar y abusar sexualmente de esta desde que tenía 6 años negaron ayer todos los cargos y afirmaron que la presunta víctima tenía una relación “normal” con ellos, estaba “contenta” y “todo el día de cachondeo”. Ayer comenzó en la Audiencia Provincial de Araba el juicio contra estas cinco personas para quienes la Fiscalía ha solicitado un total de 56 años de cárcel por supuestamente violar, agredir sexualmente y maltratar de forma habitual a la joven hasta que tuvo 26 años.

El relato que hicieron los acusados contrasta con el escrito de acusación del Ministerio Público, que afirma que desde que la víctima tenía 6 años y hasta los 13, su padre “de forma habitual y reiterada” le hizo tocamientos, la violó, le obligó a practicar sexo oral y la agredió para lograr que accediera a mantener relaciones sexuales con él. El padre la echó de casa con 17 y dos años más tarde, en 2006, la chica fue a vivir a la vivienda donde residía su abuela paterna y sus tres tíos, en Gasteiz. Hasta noviembre de 2013 la joven sufrió un “trato absolutamente vejatorio” por parte de la abuela, que la tenía “esclavizada” y la insultaba, mientras que dos de sus tíos supuestamente abusaban sexualmente de ella y un tercero la agredía.

“Mentira” y “jamás” fueron las palabra que más veces repitieron ayer los acusados cuando fueron preguntados por todas estas supuestas agresiones y maltratos. “Soy inocente completamente”, dijo el padre de la joven, quien lo único que reconoció es que ha pegado a sus hijos “bofetones” y “zapatillazos” por “motivos muy graves”, como traer a casa cosas que no eran suyas. Incluso que ha llamado a la joven “cerda” o “cochina” por no limpiarse los mocos o llevar sucias las manos.

Preguntado por las presuntas violaciones y agresiones sexuales, que -según la Fiscalía- conocía el resto de la familia y se llegaron a cometer estando en la misma habitación su exesposa y hermanas o sobre las agresiones y los insultos de todo tipo que supuestamente sufrió la víctima, las respuestas fueron siempre las mismas: “Mentira”, “mentira completamente” y “jamás”. El padre negó que echara a su hija de casa y achacó que la niña se fuera del hogar familiar con 14 años a que él había empezado una relación con otra mujer. También indicó que la menor estuvo viviendo con un tío hasta que en 2011 se trasladó a la vivienda de la abuela. “Yo siempre la veía bien”, afirmó, quien insistió en que nunca vio a ninguno de los acusados agredir o insultar a su hija.

En la misma línea que el padre se manifestaron el resto de acusados que negaron los abusos y los maltratos. “Imposible, eso me da asco”, afirmó un tío al ser preguntado por los supuestos tocamientos sobre la víctima. “Habría que quemarlos”, manifestó otro refiriéndose a las personas que ejercen este tipo de violencia. “A mí me dice que mis hijos le hacen eso y los mato”, añadió la abuela.

La Fiscalía pedía para el principal acusado 18 años de cárcel, pero rebajó su solicitud a quince al haber prescrito para él el delito de lesiones. Mantiene los 16 años que pide para uno de los tíos, trece años para otro y seis años para el tercero y para la abuela. - DEIA