La Arboleda
FRENTE a quienes pretenden que la memoria de la verdad quede enterrada junto a los cuerpos de quienes la defendieron, se alza la palabra y el espíritu de personas como el periodista Chema Salcedo, forzado al exilio a Perú y bienvenido de vuelta a Euskadi, que trae el macuto repleto con los escritos y la memoria de la verdad, pero sobre todo con los recuerdos imborrables de su padre gudari, encarcelado primero, perseguido después y definitivamente exiliado. Para Chema Salcedo la distancia no ha sido sinónimo de olvido y vuelve porque ni olvida ni desea olvidar, sino llevar a la memoria de todos lo que ocurrió a miles de vascos. De Euskadi a Perú, de Perú a Euskadi, en busca de las huellas de la memoria del gudari. Recorrer los caminos y pisar las huellas que marcó su aita es para Chema revivir a la inversa el tránsito forzoso que a muchos vascos les obligaron a realizar.
Con el paso de los años este reconocido periodista peruano se siente más vasco, a pesar de llevar prácticamente toda la vida en el país andino a donde le llevó su aita, gudari del batallón Irrintzi, tras pasar por distintas cárceles una vez concluida la Guerra Civil. "La biografía pesa más con la edad", sentencia. Su padre, fallecido el pasado año, vivía con él y "ambos éramos hinchas del Athletic de Bilbao".
Chema Salcedo ha permanecido en Euskadi una semana recorriendo los lugares donde discurrieron los primeros años de su vida, pero sobre todo aquellos por los que pasó su aita, José Salcedo, del Valle de Trapaga, antes de tener que emigra, donde un tío les esperaba con un trabajo para la familia.
de emoción en emoción
En Zorroza-Bilbao, en la casa donde nació
La maratoniana jornada comenzó siendo recibido en el aeropuerto de Loiu por un grupo de vascos conocidos a través de la red, que se han encargado de llevarle por todos los lugares de su infancia y por donde transcurrió la vida de su padre antes del exilio. Su llegada a Loiu no pudo ser más emotiva: una ikurriña y un txistulari dándole la bienvenida. Desde hace 20 no había vuelto a Euskal Herria. "En aquella ocasión vine con mi padre", recuerda emocionado Chema. Ahora sus amigos le han reunido con los gudaris, como José Moreno de Portugalete o con nietos de los que lucharon con su aita.
El viernes empezó el periplo por su casa de Zorroza-Bilbao (en el callejón del Tránsito, 7), ya desaparecida y donde ahora reside una colonia de gitanos, "preocupados por si reclamaba algo". Nada más lejos de la realidad. De allí partieron a Eibar después de pasar por Sabin Etxea, donde pudo ver documentos originales de su aita que le hicieron llorar de emoción. Todo esto sin olvidar su encuentro con el escritor Kirmen Uribe.
La historia de primera mano
Memoria del Cinturón de Hierro, en Berango
A primeras horas de la mañana del sábado, Chema y el empresario vasco Aitor Bilbao de Emprebask Perú, que se abre camino con iniciativas en Perú junto al periodista Julio Flor, visitaron el museo Memorial del Cinturón de Hierro (1936-1937) de Berango. Como guía de excepción tuvieron al historiador Guillermo Tabernilla, presidente de la Asociación Sancho de Beurko y al concejal de Cultura de la localidad, que fueron detallando los 250 objetos de este coqueta pinacoteca muy poco conocida para vizcainos y vascos en general.
Situada a pocos minutos de la mítica línea defensiva que erigiera el Gobierno de Euzkadi en 1936-37, el Memorial del Cinturón de Hierro relata, a través de una escenografía clara y moderna, cómo y por qué fue construido, las características de sus fortificaciones y su conquista por las tropas franquistas. Días de intensos combates que decidieron la batalla por Bilbao. Chema no perdía detalle del relato, "porque le recordaba a lo que le había contado su padre".
Sin olvidar trapagaran
Al cementerio de La Arboleda
En el barrio de la Escombrera, en Trapagaran (antes San Salvador del Valle), al periodista peruano le queda aún una prima, Itziar, que vive con su familia en un baserri. Hasta allí se desplazó con su comitiva Chema para volver a grabar en su retina la casa donde jugaba de pequeño. También fue obligada la visita al cementerio de La Arboleda, donde yacen los restos de los gudaris de Trapagaran que participaron en el batallón Irrintzi o que eran combatientes con José Salcedo cuando se alistó para defender al Gobierno de la República elegido por la ciudadanía.
Tras la emotiva visita al camposanto, Chema fue recibido por el alcalde de Trapagaran, Xabier Cuéllar, quien le hizo uno de los regalos más entrañables, unas publicaciones ilustradas con fotografías de gudaris del municipio, en las que aparece el aita del periodista.
Aquí no terminaron las sorpresas para el escritor. Hasta Trapagaran se acercaron, algunos desde Gasteiz, los nietos de los gudaris amigos del aita de Chema, del Horno; de Arruabarrena, Heraclio Otaola, Anacleto Nubla, de Iñaki Pedrosa.
El periodista estaba cumpliendo así uno de los mitos de su infancia, recuperar el Valle de Trapaga y otro, rescatar la Guerra Civil. Todos sus encuentros, entrevistas, visitas a los museos... iban grabándose por dos cámaras. "Tuve la suerte de que al morir mi padre, el pasado año, me dejara una especie de diario donde fue plasmando en sus cuartillas todos los avatares de su longeva y azarosa vida. Esto me ha dado pie para realizar este documental y tal vez un libro", se sincera. "Es un viaje contado por un gudari del batallón Irrintzi que desde la distancia se sentía nacionalista de corazón, como su amoma se lo inculcó; que veía ETB y votaba para los de aquí", se emociona al relatarlo. "Fue tanto el amor a su patria que cuando murió -en diciembre de 2012- había dado orden a la mujer que le cuidaba que tapara su ataúd con una ikurriña. Al no encontrarla la mujer compró las telas y la hizo como homenaje a mi aita. Fue enterrado con su bandera. Cumplimos sus deseos".
En la villa de portugalete
Con el gudari José Moreno
Para el documental que está preparando este prestigioso periodista no podía faltar un encuentro en Portugalete con el admirable José Moreno, gudari del 36, que con su memoria privilegiada hizo las delicias de Chema y de todos los que le acompañaban. Moreno les relató de seguro historias de la incívica guerra, que como suele denunciar todavía no han recibido petición de perdón por parte de ninguna autoridad estatal, ni mucho menos por los descendientes de la masacre, que ahora habitan casi todos en el PP.
Antes de partir a Perú
A Donostia y Nafarroa
El lunes, Chema Salcedo lo dedicaría a visitar otros territorios como Donostia y también Ainhoa en Nafarroa. "Un poco de turismo", porque para el martes, antes de irse el miércoles, tenía previsto entrevistarse con algunos empresarios vascos que conforman Empresbask y que quieren internacionalizar sus empresas. "La marca España es muy negativa para nosotros los vascos, tanto en Perú como en otros países de América Latina; por eso tenemos que aunar esfuerzos y la reputación de Chema Salcedo puede ayudarnos", remacha Aitor Bilbao.