Iruñea. "Ha sido un horror". "Lo peor de mi vida". "No volveré a correr". Esas expresiones de angustia formaban parte ayer de los mozos que se encontraron inmersos en el enorme y dramático tapón que llevó el terror a la plaza de toros de Iruñea. El accidentado final de la carrera de ayer se saldó con la mayor cifra de heridos de los últimos tiempos. Los 23 traslados que se realizaron a los dos hospitales de la capital, junto a los 10 atendidos el centro San Martín y las decenas de atenciones que se realizaron en el patio de Caballos dejará marcado el encierro de ayer como uno de los que más servicios médicos ha requerido. Hay que remontarse hasta 1977 para encontrar cifras similares de heridos, precisamente en el encierro en el que se produjo el último montón y en el que los heridos ascendieron a 35.
Al igual que entonces, ayer la principal causa de traslado fueron los traumatismos derivados del agolpamiento en el callejón. De hecho, de los 23 traslados, 19 correspondieron a heridos de este tramo (los otros cuatro en Santo Domingo, Estafeta y Telefónica) .
"No me lo creía, he vivido momentos angustiosos, era imposible salir y menos mal que estaba Sergio por allí. Ha sido un horror. Creo que no voy a volver a correr, se me han quitado las ganas", resumió Javier Marín. La misma opinión compartió José María Pérez: "Es lo peor que he vivido en mi vida, tenía una gran sensación de impotencia". "Tengo que dar las gracias a San Fermín", apuntó Julen Monreal tras el tremendo susto vivido.
Sin embargo, el que peor suerte corrió de todos ellos fue el joven de Gasteiz de 19 años, Jon Mendaza Ruiz que sufrió un síndrome asfíctico por aplastamiento con traumatismo torácico de pronóstico muy grave y permanecía a última hora de ayer ingresado en UCI, con sedación, precisando soporte ventilatorio mecánico. Los médicos, con toda cautela dada la gravedad del caso, se mostraron no obstante esperanzados por la evolución del mozo gasteiztarra. También con síndrome asfíctico por aplastamiento y traumatismo torácico, aunque con pronóstico menos grave que Mendaza, ingresó el irlandés R.T. de 28 años, que al igual que el gasteiztarra, también había quedado atrapado debajo del montón de personas en el callejón. El resto de traumatismos no revistieron mayor gravedad y la mayoría de ellos fueron dados de alta a medio día de ayer, entre ellos un joven de tan solo 17 años. En total 16 recibieron el alta tras recibir los curados paliativos oportunos. Además de los dos ingresados por el síndrome asfíctico y los dos heridos por asta de toro, quedaron también ingresados Angel Ludeña, de 43 años y de Toledo, con un traumatismo torácico; Arnau Quiñones, de 24 años y de Barcelona aquejado de un dolor torácico y policontusiones y Abel O.O., vizcaíno de 27 años, con policontusiones y estado menos grave.
Además de los heridos que fueron tratados en el Complejo Hospitalario de Navarra, más de una decena fueron enviados al centro de San Martín como es el caso de Carlos Regordosa, vecino de Barcelona, que se había acercado a Iruñea junto con unos amigos y que sufrió un traumatismo cervical. Después de una primera inspección en el San Martín tuvo que acudir al Virgen del Camino para ser atendido en la unidad de trauma.
Por último, también abandonó el hospital el estadounidense Peter Milligan que sufrió una caída en el callejón el pasado día once. Continúan ingresadas 11 personas por cuestiones derivadas del encierro.