bilbao. Diez millones de personas en el Estado español están afectadas de dolor crónico, una patología invalidante que causa no solo un enorme sufrimiento personal a quienes lo padecen, sino que también es la causa de la pérdida de cientos de millones de euros por las bajas laborales. Ello ha hecho que en las últimas décadas, tanto en los centros públicos como privados, hayan proliferado las Unidades de Dolor.
La doctora María Luisa Franco, anestesióloga del Hospital de Cruces y responsable de la clínica del Dolor Praxis Bilbao, señala que se debe recurrir a este servicio "cuando el dolor permanece más de tres meses; en algunos casos, este dolor puede llegar a destruir física y psíquicamente a la persona afectada y puede provocar la pérdida de su trabajo y familia".
Aunque el dolor puede tener distintos orígenes, los problemas musculoesqueléticos, de espalda y cervicales desencadenan estos episodios en el 90% de los casos. "Muchos pacientes no pueden recurrir a la cirugía para atajar el dolor. Para estos intentamos hacer todo lo posible para que encuentren alivio a su sufrimiento", señala la doctora Franco.
en equipo Una de las diferencias de la unidad bilbaina en la que trabaja la doctora Franco frente a otras clínicas del Estado es la aportación de un equipo médico de profesionales multidisciplinares que trabajan de manera conjunta para realizar un diagnóstico y tratamiento específico para cada uno de los pacientes, en función de las características que presente.
"Contamos con médicos de familia, anestesiólogos, psicólogos, especialistas rehabilitadores, un técnico radiólogo, enfermeras y otros profesionales sanitarios volcados únicamente en ofrecer la mejor atención especializada al paciente", reconoce la especialista. "Trabajamos en equipo para aminorar el dolor, erradicarlo y, en los casos que no fuera posible, intentamos que se haga compatible con el desarrollo de una vida familiar, profesional y social normalizada", explica la doctora Franco, quien reconoce que la infraestructura de Osakidetza en cuanto a las Unidades del dolor es de las mejores del Estado. La especialista apuesta por tratamientos personalizados. "Cada paciente sufre el dolor de una forma muy diferente. El aspecto humano es muy importante", sentencia. Entre las técnicas que se llevan a cabo en la clínica se encuentra la aplicación de radiofrecuencia pulsada y de bloqueo nervioso guiado por ecografía, que permiten detectar el foco exacto del dolor "sin necesidad de realizar una intervención quirúrgica previa".
otras herramientas "Hay que intentar por todos los medios que el paciente no sufra. En bastantes ocasiones, los tratamientos farmacológicos no son suficientes para abordar dolores severos", explica. Y aquí es donde entran las Unidades del dolor. "Hoy en día, los especialistas contamos con numerosas herramientas intervencionistas necesarias para tratar de mejorar cada caso de forma individual. A los pacientes que sufren intentamos darles una oportunidad", añade María Luisa Franco. "Nosotros intentamos ofrecer una oportunidad a los enfermos que llevan años sufriendo y no tienen mejoría en su dolor. A la clínica nos llegan derivados de los traumatólogos, neurólogos y también de médicos de cabecera. Llegan a nuestra consulta con un diagnóstico ya claro", señala esta doctora.