bermeo. La educación es la llave maestra que abre todas las puertas. En tiempos de dictadura, la enseñanza es una, la de quien impera. Euskal Herria tardó en rematricularse en democracia, pero no hicieron falta llaves maestras. Todo lo contrario: maestras llave. Andereños llave hacia la libertad, llave para que Euskadi transmitiera el euskera a su futuro, llave para cerrar a doble vuelta dictaduras. Hechas a sí mismas de hierro poco maleable, andereños como la bermeotarra Clotilde Caminos Anasagasti abrieron senda. Esta defensora del euskera falleció el pasado el pasado 30 de enero a los 96 años de edad en su amado Bermeo. "A pesar de vivir contenta en Bilbao, mi sitio está en Bermeo, con los míos", solía decir Clotilde.

En 1970, en Santutxu, abrió puertas la ikastola Begoñazpi, en el convento que tenían las religiosas Asuncionistas en la calle Karmelo de Bilbao, aunque su nombre oficial era el de escuela parroquial. El Obispado designó a la monja mercedaria de Berriz, Libe Altuna, como directora del centro. Las primeras andereños de Begoñazpi fueron: Clotilde Caminos, Lina Arejo y Estibaliz Beistegi. Muchos no olvidarán a Clotilde, que abrió caminos.