¿Cómo se desplaza habitualmente por Bizkaia?

—Generalmente para venir a Bilbao en metro. De hecho cuando me compré la vivienda, fue un tema que tuve en cuenta. Pero si tengo que ir a otros lugares, en coche. Porque es un territorio muy difícil.

¿Por qué?

—Creía que conocía Bizkaia, pero en estos meses de campaña he recorrido varias veces el territorio, pensando que lo conocía. Ahora me doy cuenta que no. Lo estoy conociendo en profundidad y con otra mirada, y una de las sensaciones que más claro me ha quedado es que la gente de este territorio tiene la percepción de que cuanto más se aleja de Bilbao más dificultades tiene para afrontar una vida normalizada o una vida de calidad en su zona. Y eso hace referencia a los servicios públicos, a la atención sanitaria, al transporte y al modelo de desarrollo económico y, por tanto, una de las principales conclusiones y propuestas que ponemos encima de la mesa es cambiar la concepción de Bizkaia. En Bilbao y fuera de Bilbao la cuestión no es que todo se le dé a Bilbao o a los bilbainos. La gente de Bilbao y del Gran Bilbao y del entorno metropolitano de Bilbao tiene graves problemas socioeconómicos y en determinados indicadores son los que peor están en Bizkaia. El territorio está yo creo que muy desordenado y desequilibradamente estructurado.

¿Le dará tiempo en una legislatura, si fuera diputado general, a solucionar todas esas cosas?

—No, y quien diga que las soluciones a los problemas complejos se resuelven pronto, no dice la verdad. Lo que sí es importante es identificarlos y poner los ejes en marcha; y uno ellos es la movilidad y no ha sido la apuesta de la Diputación. Es importante trabajar el transporte público y diseñar hojas de ruta. La Diputación ha hecho una apuesta caducada de las carreteras.

¿Dónde pondría usted el acento?

—Hay muchas áreas que requieren un impulso, pero una de las medidas más importantes que planteamos es la creación de un parque tecnológico de la ría entre Zorrotzaurre y Punta Zorrotza y Burtzeña, porque para nosotros la reactivación económica de Bizkaia sobre un modelo industrial renovado 5.0, una industria tecnológica, social y ecológica, nos parece fundamental.

¿Persona o candidato?

—Euskal Herria es un sitio de grandes fidelidades. Es indudable que las siglas tienen mucho tirón. Es verdad que a escala local, sobre todo si es una gestión particularmente aceptada, puede promover a un candidato o a una personalidad muy intensa; pero creo que eso se da a una escala más pequeña. En general en Euskal Herria las siglas tiran mucho.

¿La denuncia de Covite por los 44 candidatos de EH Bildu condenados por pertenencia a ETA, les pilló por sorpresa?

—Desde hace mucho tiempo estamos advirtiéndonos a nosotros mismos de que estamos en una campaña dura. Viene de otros resultados que entendemos que suponen nervios. Frente a ello, teníamos absolutamente claro que nosotros no íbamos a trabajar la campaña desde el barro, ni desde el insulto, ni desde las polémicas artificiales, sino desde la generación de alternativas y propuestas a los problemas que la gente está poniendo encima de la mesa, que son graves y que son problemas que afectan a cuestiones tan básicas como la sanidad, los servicios públicos, los cuidados, el coste de la vida... Ese es nuestro compromiso y esa es la campaña que hemos estado haciendo.

¿Cómo ve EH Bildu darle tanto protagonismo a la bici en Bizkaia?

—No estoy de acuerdo con la formulación de la pregunta porque no creo que se le esté dando a la bici el protagonismo que se merece. Tiene un nombre muy antiguo desde que se generó conciencia sobre la ecología y se llama greenwashing que es aparentar. Bueno, ser sensible a las necesidades ecológicas y medioambientales cuando en la práctica no se está haciendo y me explico, sí es verdad que se está desarrollando una red de bidegorris que aquí prácticamente no existía, cuando en el mundo civilizado, entre comillas, llevan décadas utilizando la bicicleta como medio de transporte ordinario, no solo recreativo. Pero la parte del león de la inversión pública en infraestructuras con muchísima diferencia se la lleva la infraestructura tradicional; es decir, el hormigón, el cemento, la carretera...

¿Y ustedes proponen?

—Estamos viendo cómo se están construyendo nuevas autopistas, cómo se están ampliando las viejas carreteras, cómo en lugar de buscar un nuevo paradigma de movilidad, que no significa que nos movamos en bici evidentemente; pero un nuevo paradigma de movilidad que pase por reducir la movilidad acercando los empleos a donde viven las personas, no obligando a las personas a que se muevan hasta donde están sus empleos potenciando el transporte público y otros elementos como la bici o la electrificación. Es decir, en lugar de afrontar un nuevo paradigma se está haciendo lo de siempre, carretera y hormigón, y se está adornando con unos kilómetros de bici.

En primera persona

Perfil

Un perfil más urbano y social... Ha trabajado en el Parlamento Vasco en el ámbito laboral. Es de Barakaldo y encarna a un candidato con un marcado perfil urbano y social.

Se mueve... En metro a Bilbao y en coche por Bizkaia, que considera un territorio “muy difícil” para moverse.

La entrevista

Modelo de residencias “No han buscado el cambio”

“Que a última hora la Diputación esté adoptando esos cambios entendemos que es porque no se busca cambiar el modelo. Cuando la privatización de los servicios públicos, independientemente de la escala en la que se generen las unidades de convivencia, entra por la puerta, la calidad del mismo y la calidad de las relaciones laborales sale por la ventana, porque si introducimos el factor del lucro en lo que debe ser un servicio, perdemos calidad”, declaraba el candidato de la coalición independentista.