El PSOE se niega por ahora a pedir disculpas por el bombardeo de Gernika con el argumento de que el Gobierno de Sánchez es tan víctima como la propia localidad vasca, porque a su juicio es el legítimo heredero del Ejecutivo republicano atacado por los franquistas. Pero quien ha defendido con mayor fervor esta tesis, incluso cayendo en la confrontación directa con un PNV con quien gobierna en coalición en Euskadi, ha sido paradójicamente el socialismo vasco. El líder del PSE, Eneko Andueza, quien acumula ya un amplio historial de declaraciones controvertidas sobre el PNV, trató de esquivar este miércoles la presión dejando caer que quizás se puedan encontrar entre los jeltzales "muchos apellidos que en aquel momento formaron parte del régimen".

Ya antes que él, sin llegar a ese punto, el delegado del Gobierno español, Denis Itxaso, defendió que esa petición de perdón no debía producirse. En una entrevista concedida a Radio Euskadi, Andueza confirmó el acuerdo en el Senado con el PNV para instar al Gobierno español a realizar un acto de desagravio, pero al mismo tiempo pareció restar trascendencia a este hito con el argumento de que "está de alguna manera superado" porque el pasado 26 de abril el Consejo de Ministros condenó el ataque y por primera vez en la historia se envió una representación del Estado a la ofrenda floral. "Eso es un buen acto de desagravio", zanjó, para añadir después que también podría haber un acto por los dos únicos fusilados tras el ataque aéreo, que fueron socialistas. "El Ayuntamiento no parece mostrar ningún interés", dijo.

Ante la pregunta de si el PNV se equivoca al insistir en la petición de perdón, sentenció: "Absolutamente. Era un intento de reescribir la Historia y no tiene sentido. Exigir al Gobierno, heredero del Gobierno de la República, que solicite perdón cuando ha sido víctima, no tiene sentido. Conviene mirar para adentro. Quizás en el PNV nos podamos encontrar muchos apellidos que en aquel momento formaron parte del régimen".

Ante la chocante respuesta de Andueza, se le preguntó a qué apellidos se refería. No pudo concretar, pero no lo retiró. "No lo sé. Habrá apellidos seguramente. Está la tradición carlista, y en algunos pueblos del interior de Gipuzkoa creo que los tienen perfectamente identificados", lanzó.

MARCAR PERFIL

Desde que Andueza relevó a Mendia al frente del PSE, ha tratado de marcar perfil con el PNV en asuntos como el pacto educativo, aunque la sangre no llegó al río. Tampoco ha revisado su coalición en las instituciones vascas, a pesar del cortejo con la izquierda abertzale en determinados ayuntamientos donde existe una especial rivalidad entre socialistas y jeltzales, como Irun, Eibar o Iruña Oka.