El lehendakari Iñigo Urkullu ha afirmado este martes, en la Asamblea de la Eurorregión Nueva Aquitania-CAV-Nafarroa, que no puede haber "vuelta atrás" en la pandemia de la covid-19 y que "una de las lecciones aprendidas" con el coronavirus es "la necesidad de trabajar juntos", una colaboración que se ha visto dificultada por el cierre de la muga por la pandemia.

Urkullu ha mostrado su confianza en que el Plan Estratégico Eurorregional 2021-2027, cuya presentación se prevé para antes de verano, suponga "un nuevo impulso" en la colaboración transfronteriza en aras de una Europa "más digital, verde y social".

El lehendakari ha presidido esta tarde la reunión telemática de la Asamblea de la Eurorregión, en la que han participado el presidente de Nueva Aquitania, Alain Rousset, y la presidenta de Navarra, María Chivite. Han acompañado a Iñigo Urkullu, en representación del Gobierno vasco, la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, el de Educación, Jokin Bildarratz, y el de Turismo, Comercio y Consumo, Javier Hurtado.

En la reunión se ha realizado un balance de actividades de 2020 y se han estudiado las orientaciones presupuestarias para este año. Además, se han analizado los efectos de la pandemia y las medidas del cierre de la muga en la ciudadanía transfronteriza, y se ha abordado la renovación del Plan Estratégico Eurorregional 2021-2027.

En su intervención, el lehendakari ha recordado que la reunión se ha celebrado cuando se cumple el décimo aniversario de su fundación y en un momento "especialmente delicado y difícil tras un año de lucha global contra la pandemia".

En el marco de la Asamblea, Iñigo Ukullu ha dirigido sus primeras palabras en recuerdo y solidaridad con todos los fallecidos por la covid-19 y sus familias, así como a los profesionales de los servicios esenciales que "lo están dando todo para garantizar la salud, la seguridad y el bienestar de la ciudadanía".

A su juicio, el mejor homenaje que se les puede hacer "es mantener el rigor y la corresponsabilidad individual y colectiva hasta superar definitivamente esta situación". "Hemos hecho un gran esfuerzo durante un largo año, debemos mantenerlo y seguir cumpliendo las medidas de prevención y autoprotección. No nos podemos permitir una vuelta atrás", ha asegurado.

TRABAJO EN COMUN

Para Urkullu, "una de las lecciones aprendidas de esta inédita experiencia global, vital y social, es la necesidad de trabajar juntos", que, según ha apuntado, es "el espíritu" de la Eurorregión en su década de existencia.

El lehendakari ha destacado que, en este tiempo, la Eurorregión "ha sabido adaptarse a los cambios de composición y estructura, y ha acertado a perfeccionar su funcionamiento". "Esta capacidad nos permite hablar de un proyecto consolidado que mantiene la misión, los valores y la ambición del primer día, en favor del encuentro y desarrollo transfronterizo de nuestras Comunidades en el marco de una Europa unida", ha añadido.

Urkullu ha remarcado que el año 2016 "marcó el inicio de una nueva etapa" para la Eurorregión, ya que, por una parte, dio "la bienvenida a Navarra y, por otra, Aquitania incorporó a Limousin y Poitou-Charentes". "Hoy representamos a 8,7 millones de personas, el 2% del territorio de la Unión Europea", ha apuntado.

De esta forma, ha subrayado que este espacio común de cooperación "ha ganado dimensión y capacidad de influencia", y ha conseguido "afianzar la solidez institucional" de su proyecto. "Estos últimos años hemos compartido una estrategia y desarrollado nuestras acciones en los ejes de acción prioritarios: ciudadanía eurorregional, economía del conocimiento, territorio sostenible y gobernanza abierta", ha apuntado.

El lehendakari ha remarcado que su actividad "ha sido creciente" y, a través de las convocatorias anuales, se han financiado más de 140 proyectos, más de 10 partenariados estratégicos y se han liderado siete proyectos europeos en sus áreas de trabajo estratégico. "En definitiva, en esta década, la Eurorregión se ha consolidado y ha encontrado su lugar de referencia en el territorio de la colaboración transfronteriza europea", ha insistido.

CIERRE DE FRONTERAS

Iñigo Urkullu ha manifestado que el año 2020 la pandemia del coronavirus ha condicionado la vida cotidiana en la Eurorregión. "Debemos constatar la especial incidencia del cierre de fronteras. Esta decisión ha afectado a la ciudadanía transfronteriza que vive y trabaja a ambos lados del Bidasoa y los Pirineos. También se han visto afectados tanto la Educación como todos los sectores de actividad económica", ha puntualizado.

En este contexto, ha recordado "las consecuencias evidentes" que ha tenido esta medida, como la paralización de las relaciones familiares, sociales, económicas, formativas y culturales, y que han quedado reflejadas en las encuestas realizadas en junio de 2020 por la propia Eurorregión entre la ciudadanía transfronteriza y los socios de proyectos de cooperación.

Esta cuestión ha sido trasladada a través de dos escritos a los presidentes de los Gobiernos español y francés, Pedro Sánchez y Emmanuel Macron. Pese a las dificultades, Urkullu ha considerado que 2020 arroja un balance positivo en las actividades de la Eurorregión. En esta línea, ha destacado que se han desarrollado dos convocatorias de ayudas con un presupuesto global de 900.000 euros.

Esto ha permitido poner en marcha un total de 34 proyectos y partenariados: 19 proyectos en los ámbitos de cultura, movilidad juvenil, educación, juventud, plurilingüismo y deporte; siete proyectos de carácter económico e industrial en Aeronáutica y Fabricación avanzada, Biociencias/ Salud, Agricultura e industria agroalimentaria y Recursos marinos y del litoral; y ocho partenariados estratégicos, uno de ellos de nueva creación.