Pueden caer gobiernos y emerger nuevos partidos, pero el PNV consigue mantener su posición de influencia en Madrid. Después de que los jeltzales hayan lanzado un aviso al presidente español y le hayan pedido que demuestre con hechos que son su socio preferente y no simplemente uno más, esta semana se ha saldado con un avance importante en la negociación de los Presupuestos estatales que demuestra la posición de prevalencia del grupo de Aitor Esteban sobre otros posibles socios y, muy en particular, sobre Ciudadanos y EH Bildu. En ese último caso, además, el PNV se refuerza como interlocutor a la hora de defender la agenda vasca, por haber encarrilado enmiendas que también había planteado EH Bildu sobre el soterramiento de las vías del tren en Zorrotza y el Plan Renove de la Máquina Herramienta, donde los jeltzales han arrancado 6 y 50 millones, respectivamente. Además, el PNV ha pactado que se elimine el impuesto al diésel porque lo ve determinante para evitar que se ocasione un perjuicio grave a la industria vasca del automóvil, pero va en contra del discurso de EH Bildu, que sí lo defiende.

C's y EH Bildu no han podido o no han sabido dar cauce a unas demandas que sí ha logrado encajar el PNV en el proyecto presupuestario: ha sucedido con el impuesto al diésel (C's también pedía su supresión y había llegado a anunciar que tenía un acuerdo, que fue desmentido por la ministra Montero), o con el soterramiento del tren en Zorrotza y las partidas de la máquina herramienta (que también ha pedido EH Bildu). El Gobierno español cede ante el PNV en mitad de una negociación dura, y el éxito es particularmente visible para los jeltzales porque es su grupo el que consigue arañar estas enmiendas que también habían pedido otros.

En este desenlace han podido influir la experiencia negociadora del PNV, reconocida por otros grupos tras cuatro décadas en el Congreso; y la arriesgada estrategia de EH Bildu al dar por hecho su apoyo a los Presupuestos de 2021 y perder toda su capacidad de presión antes incluso de que arrancara el diálogo. Bildu ha primado su deseo de escenificar que normaliza la relación con el PSOE y esa fotografía, en lugar del marcaje político para arrancar las inversiones.

También influye que el hipotético respaldo de los jeltzales puede facilitar a Sánchez la búsqueda de una mayoría, porque el PNV tiene una fuerza de arrastre importante en otros partidos menores de ámbito nacionalista o regionalista que se ven condicionados por su voto y toman su decisión en contacto con ellos, su voto a favor les influye y les atrae hacia esa mayoría. Un respaldo del PNV, que todavía no está garantizado porque el diálogo sigue, se suele interpretar también como una señal de que el proyecto presupuestario tiene visos de aprobarse y la tramitación va en serio, lo que seduce a otros. A EH Bildu, de momento, le sigue pesando el lastre del discurso sobre ETA, y su presencia ahuyenta a algunas fuerzas. Sánchez lo sabe y le importa, y se fija igualmente en los pactos que tiene con el PNV en suelo vasco.

desautorización a c's

450 millones de euros en ingresos.. La ministra Montero dijo que no había mantenido ninguna conversación con C's