La exdirigente de ETA Marixol Iparragirre negó ayer ser la responsable de comandos legales de la banda y apodarse Anboto Anbotoy comentó: “No niego el dolor que hemos sufrido y que hemos causado y lo que quiero es que nos sentemos y no cerremos otra vez una puerta en falso como se hizo después de la Guerra Civil”.

Iparragirre realizó esta declaración en la Audiencia Nacional donde quedó visto para sentencia el segundo juicio en el Estado español tras ser entregada por Francia. La exdirigente de la banda ya fue condenada en julio a 122 años de cárcel por ordenar el asesinato del comandante del Ejército de Tierra Luciano Cortizo en 1995 en León. En esta vista, el fiscal mantuvo su petición de 71 años de prisión por haber ordenado el atentado cometido el 21 de julio de 1997 con lanzagranadas contra el cuartel de la Policía en Oviedo, atentado por el que ya fueron condenados Kepa Arronategi y Eneko Gogeaskoetxea.

Marixol Iparragirre hizo uso de su derecho a la última palabra y aseguró: “Yo la verdad es que cuando conozco por la prensa que soy Anboto y que soy la responsable de los comandos legales, lo que no me esperaba era que veinticinco años más tarde estaría en este tribunal intentando defenderme”.

Recordó que “todas estas revistas y todos estos periódicos españoles que han publicado sin parar noticias sobre ETA en cuanto había una detención al poco tiempo sacaban un nuevo organigrama” y denunció el “ensañamiento de género” que a su juicio ha sufrido por ser mujer con titulares para referirse a ella como “la dama de la muerte”. “Llevo dieciséis años en la cárcel, se me condenó por pertenecer a ETA a veinte años -en Francia- y después de cumplir mi condena se me ha traído a España en base a euroórdenes y aquí estoy en Soto, en aislamiento, en la misma situación que mis compañeros estuvieron hace treinta años. ¿Qué hemos adelantado?”, comentó Iparragirre, que recordó que “ETA declaró el alto el fuego hace ya casi diez años y se ha disuelto y el colectivo de presos hizo su reflexión para aceptar la legalidad de la cárcel y demostrar que no somos nosotros los que ponemos impedimentos a que esto tenga una solución dialogada”.

Iparragirre aseguró que tras ser detenida se sintió obligada a firmar declaraciones “por la que gente está en la cárcel todavía” y apostilló: “Yo ese peso lo llevo”. “No pido responsables y no niego el dolor que hemos sufrido y que hemos causado. Lo que quiero es que nos sentemos, que no cerremos otra vez una puerta en falso como se hizo después de la guerra civil”, recalcó en su alegato final.

Declaración de guardias civiles

Hay que señalar que en la sesión del pasado viernes dos guardias civiles confirmaron que Anboto era el alias de Marixol Iparragirre y que fue la jefa de lo comandos legales de ETA entre y 1993 y 1998.

Además, estos dos testigos de la acusación recalcaron que Iparragirre estaba obsesionada con atentar contra el Museo Guggenheim de Bilbao, al que, según las palabras de los guardias civiles , “quería tirar patas arriba”.