El presidente de la Generalitat, Quim Torra, se ha negado a declarar ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) en su segunda causa por desobediencia, aduciendo que es víctima de la "represión" al independentismo y que debía regresar cuanto antes a su responsabilidad para atajar la pandemia.

Torra, que ha llegado al Palau de Justicia arropado por la plana mayor del independentismo, ha comparecido ante el juez instructor del TSJC Carlos Ramos apenas unos minutos, en los que le ha comunicado su voluntad de acogerse a su derecho a no declarar, ni siquiera a su defensa, según han explicado fuentes jurídicas.

Tras apuntar que querría acabar con el trámite rápidamente para regresar a sus responsabilidades para atajar la pandemia de coronavirus, el president se ha quejado de que el TSJC ya tiene tomada su decisión en esta segunda causa por desobediencia, por lo que carecía de sentido prestar declaración.

En ese sentido, ha proclamado sus convicciones independentistas ante el juez y ha denunciado que la investigación penal que se le ha abierto forma parte de una causa general para la "represión" del movimiento soberanista.

El president había sido citado a declarar de nuevo como investigado este miércoles, mientras el Supremo sigue meditando si confirma la condena a inhabilitación por desobediencia que le impuso el TSJC.

En su segunda causa por desobediencia, Torra es investigado por negarse a acatar, en septiembre pasado, una orden de la sala contenciosa del TSJC que le obligaba a retirar una pancarta a favor de los políticos presos del Palau de la Generalitat, de forma permanente, no solo en campaña electoral.

Por su parte, fuentes de la defensa han explicado que en los próximos días solicitarán nuevas diligencias, como la incorporación de todo el expediente administrativo que ahora consideran incompleto.

Las mismas fuentes han precisado que Torra ha rechazado prestar declaración porque, a su juicio, la sección quinta de la Sala Contencioso Administrativo del TSJC no es el órgano competente para tramitar un recurso como el que obligó al president a retirar la pancarta de la fachada de la Generalitat y porque ve esta causa como la "continuación" de un proceso ya abierto.

La actual es la segunda imputación por desobediencia a la que responde, después de que fuera condenado a un año y medio de inhabilitación por negarse a acatar una orden de la Junta Electoral Central para que descolgara una pancarta de apoyo a los políticos presos y cuyo recurso está estudiando el Supremo, que podría inhabilitarlo esta misma semana.