El colectivo de presos de ETA, EPPK, reclama “poner los cimientos de una Euskal Herria sin presos políticos”. Para ello, instan a resolver tres aspectos concretos de la política penitenciaria en su último comunicado, elaborado al hilo de la reciente muerte de Igor González Sola en la prisión de Martutene (Gipuzkoa). Por un lado, inciden en que a imagen y semejanza de Francia, España debe reunir en penitenciarias de Hego Euskal Herria “a todos los presos políticos vascos” encarcelados en el Estado. Insisten además “unir fuerzas “para liberar inmediatamente “a los presos con enfermedades graves o lo que tienen más de 65 años, y, por último, apelan a terminar con las políticas de excepción para los reclusos, sobre todo de “aquellos que llevan décadas en prisión o han cumplido tres cuartas partes de sus condenas”.

“Es tiempo de dejar de lado la política penitenciaria de excepción, de alargar las condenas a presos enfermos o de mayor edad, de terminar con los regímenes cerrados y los aislamientos”, señalan en un comunicado remitido a Gara y Berria, en la que el EPPK incide en adoptar medidas “ya”. Tras expresar su “pesar” por el fallecimiento de González Sola, instan a que “la cárcel no vuelva a matar a ningún preso más”. La muerte de este último preso “es consecuencia directa de la política carcelaria que se aplica”, por lo que emplazan a los “responsables” de su aplicación en España a “comenzar a trabajar para poner los cimientos de una Euskal Herria sin presos políticos”.

El comunicado refleja que “20 presos políticos vascos han fallecido en las cárceles”, misma situación vivida por “otros 13 presos que han sido liberados por enfermedades graves. En las carreteras han muerto 16 familiares y amigos...”, según aseveran. La situación, además, se ha visto agravada por la pandemia del covid-19. Se ha vuelto “dramática”, desvelan. “Supone una razón más para emprender la repatriación, tal como sostienen los colectivos pro derechos humanos, la mayoría social, política y sindical vasca e, incluso, el propio gobierno” de la Comunidad Autónoma Vasca. “En esta emergencia sanitaria global, que no tiene visos de resolverse en breve, lo más sensato y justo sería que todos los presos estuvieran en su tierra”, indica un texto en el que insisten en su petición: “que la cárceles y la política penitenciaria no asesinen a otro preso”.