- Al lehendakari no le bastan los anuncios de Pedro Sánchez de una cogobernanza con las comunidades autónomas en la gestión de la pandemia del covid-19, tal y como planteó el presidente español el sábado para intentar enmendar el malestar creciente de los presidentes autonómicos vasco, catalán y aquellos gobernados por el PP, e incluso algunos del PSOE como Valencia y Aragón. Iñigo Urkullu reclama al presidente español que opte por la “codecisión” y que ponga fin al estado de alarma y la vuelta a la legislación ordinaria que terminaría con el mando único centralizado.

Urkullu participó ayer en la octava videoconferencia de presidentes autonómicos con el jefe del Gobierno español, que tuvo que escuchar un reproche similar por boca del president de la Generalitat, Quim Torra, y del presidente de la Xunta gallega, Alberto Núñez Feijóo. Urkullu y Torra ya habían expresado anteriormente su oposición al escaso protagonismo de las comunidades autónomas en la toma de decisiones sobre la declaración del estado de alarma el 15 de marzo, así como en su gestión posterior y más recientemente en la deliberación y coordinación de la desescalada. También Feijóo mostró sus recelos pero ayer elevó el tono y afeó a Sánchez el “uso desproporcionado” del estado de alarma y la ausencia de una “cogobernanza real”.

“Señor presidente, no comparto el modo de gestionar el Estado de alarma y el mando único”. Fueron las primeras palabras de Urkullu a Sánchez que sintetizan el sentir del lehendakari y su Gobierno sobre el papel al que han sido relegados durante las últimas ocho semanas de gestión de la crisis sanitaria, social y económica por la pandemia del covid-19. El lehendakari le recordó que entiende la coordinación interinstitucional de otra manera, “diferente a como se ha venido practicando hasta esta semana” desde Moncloa y que ha desairado a las autonomías.

Tras varias semanas reclamando un mayor protagonismo del Gobierno vasco en las deliberaciones y en la coordinación del mando único, el lehendakari considera que no vale con las palabras de Sánchez y sus ministros de que el mando único no equivale a recentralización de las competencias. Reclama hechos y especialmente en este momento en que arranca la desescalada y la vuelta a eso que se ha bautizado como la nueva normalidad.

El Gobierno español ha actuado de manera unilateral en la elaboracion del plan de desescalada, sin que las comunidades hayan tenido ocasión de presentar sus propias propuestas. Sánchez les ha ofrecido la cogestión de la ejecución y control de la desescalada en base a su propio plan, lo que ha encendido al Gobierno vasco y a otros presidentes autonómicos, algunos incluso socialistas. Además, Moncloa ha impuesto el criterio provincial como unidad territorial para gestión y control de las fases de desconfinamiento. La rehabilitación de esta unidad administrativa arcaica que retrotrae a los tiempos de Franco -el dictador las utilizó como estructura administrativa principal para facilitarle la gestion de sus órdenes sobre las regiones- terminó de soliviantar a Urkullu, que considera esa medida como un nuevo zarpazo al autogobiernos y al modelo autonómico.

La fórmula que ayer volvió a proner Urkullu a Sánchez consiste en establecer “un marco bilateral estable de diálogo para la gobernanza compartida, colaborativa, basada en la codecisión”. Por ello, solicitó replantear el modelo de gestión de la crisis y “asentar el consenso entre quienes conformamos la representación del Estado en cada comunidad autónoma”.

La crítica del lehendakari trasciende el debate ideológico sobre el respeto al autogobierno. Considera que una gestión eficaz pasa por la corresponsabilidad y la coordinación efectiva, lo que, a su juicio, impide el modelo de mando único central y la tutela sobre las autonomías, amparándose en el estado de alarma. Por ello, plantea poner fin a esa legalidad excepcional y recuperar la legalidad ordinaria. De modo que las medidas sanitarias necesarias para afrontar la pandemia se acogerían a la Ley Orgánica de Salud Pública del año 1986 y la Ley General de Salud Pública del año 2011; y en el ámbito vasco, la Ley 8/1997 de Ordenación Sanitaria. El lehendakari dijo a Sánchez que esto permitiría una gestión “más compartida, democrática y eficaz”.

Sánchez, que respondió uno a uno a los presidentes autonómicos, le insistió en que el estado de alarma es constitucional y lo que prentede es rendir cuentas al Congreso cada 14 días. “Es el único instrumento que nos permite actuar de manera inmediata”, subrayó el presidente español mientras le aseguraba a Urkullu que negociará la desescalada con cada comunidad.

Sánchez inició su intervención detallando el fondo de el fondo de 16.000 millones de euros no reembolsables para las autonomías que anunció el sábado, pero del que apenas ofreció más detalles y despejó dudas a los destinatarios. Ese anuncio previo volvió a contrariar a Urkullu porque un sábado más primero se decide y se anuncia por televisión y luego, el domingo, se comunica y se ofrece ya cerrado a los presidentes autonómicos.

Además de la crítica general a la gestión, el lehendakari le planteó tres preguntas que, hasta la fecha, “no han obtenido respuesta”. La primera, sobre el proyecto sobre el Ingreso Mínimo Vital que ultima el Gobierno español: “Dado que Euskadi cuenta ya con una Renta de Garantía de Ingresos, ¿cuándo vamos a poder disponer de un primer borrador para hacerle llegar nuestras aportaciones en la colaboración que usted solicita? Lo pregunto porque se ha adelantado el objetivo de ofrecer esta prestación en mayo y nos encontramos en mayo”.

La segunda pregunta fue “si va a ser posible” una transición “ágil y flexible a nuevos ERTE por causas económicas y organizativas” desde los actuales por fuerza mayor y la tercera pregunta fue si tiene pensado el Gobierno español solicitar financiación al Programa SURE, aprobado por la Unión Europea con 100.000 millones de euros y que se espera que pueda estar operativo el 1 de junio.

“Es imprescindible un marco de diálogo bilateral para la gobernanza basada en la codecisión”

Lehendakari

“El estado de alarma es el único instrumento que nos permite actuar de manera inmediata”

Presidente del Gobierno español