Bilbao - La fecha en que se convocarán las elecciones autonómicas este año en la CAV, en septiembre u octubre, cuando corresponde de forma natural, o antes del verano, incluso antes de Semana Santa, ha provocado todo tipo de opiniones y ha situado a los partidos políticos vascos al borde del ataque de nervios. Las especulaciones se dispararon tras el Consejo de Gobierno del pasado martes, cuando el lehendakari Iñigo Urkullu consultó a los miembros de su gabinete la posible fecha en la que ubicar la cita con las urnas, lo que puede interpretarse como el paso previo para adelantar los comicios. Esta semana se resolverá el primer match ball de cara a situar las elecciones el 5 de abril, lo que se ha apuntado como la opción más factible. En este contexto, el socio de gobierno de Urkullu, el PSE, le urgió ayer a despejar la incógnita cuanto antes con el fin de dar carpetazo a unos dimes y diretes que, asegura, no benefician a nadie.

No importa si las elecciones se celebran en otoño o si, efectivamente, se adelantan a la época estival, aseguró ayer el portavoz parlamentario de los socialistas vascos, José Antonio Pastor. Lo importante es acabar con las dudas a la mayor brevedad posible para zanjar un debate que no aporta nada. En declaraciones a Radio Euskadi, alegó que estar en “el enredo de si se escoge esta fecha o la otra como más probable no aporta nada más que incertidumbre”. “Y la incertidumbre nunca es buena para la sociedad”, señaló. Por este motivo, Pastor llamó a “despejar cuanto antes” el día en el que se convocarán las autonómicas.

El parlamentario socialista aseguró que “sabiendo que el botón nuclear solo lo tiene el lehendakari, no sirve de mucho hacer especulaciones por parte de nadie”. Explicó que en su partido hace mucho que han asumido la posibilidad de que se confirme el adelanto electoral. “Estaremos preparados sean cuando sean. ¿Podía esperarse hasta otoño cuando cumple el calendario legislativo? Sí. ¿Puede haber razones que lo empujen? También. Pero creo que sería conveniente que ese tema se despejase cuanto antes”, concluyó. No tendrá que esperar mucho, al menos en lo que a la posible fecha del 5 de abril se refiere, ya que se tendría que confirmar mañana mismo para cumplir con los plazos legales establecidos.

El PNV no dio muchas pistas ayer, manteniendo el perfil bajo que Urkullu ha querido dar a esta cuestión durante la semana. El parlamentario jeltzale Luis Javier Telleria se limitó a asegurar que el lehendakari elegirá el momento en que las variables “internas y externas no distorsionen la percepción social de lo que ocurre y podamos hacer la renovación política en el mejor clima posible”. El calendario de traspasos pendientes y la situación en Catalunya encabezan dichos factores.

En lo que al resto de partidos se refiere, mantuvieron la postura de los últimos días: Podemos se opone a un adelanto y EH Bildu critica el clima de especulaciones generado. También en Radio Euskadi, el parlamentario de Elkarrekin Podemos Julen Bollain admitió que no entiende “las prisas del lehendakari” por convocar elecciones y le pidió que actúe “con responsabilidad”, permitiendo al Parlamento “hacer su trabajo que es legislar”. Por último, el parlamentario de EH Bildu Iker Casanova acusó a Urkullu de crear primero “inestabilidad” con el posible adelanto y pedir después que “no se especule con la fecha”.