BILBAO - ERC evitará obstáculos que dificulten el funcionamiento de la mesa de diálogo con independencia de que haya mediador o no y celebra que Quim Torra quiera participar en la mesa de negociación. Así lo corroboró su portavoz en el Parlament, Marta Vilalta, para quien la cita entre Pedro Sánchez y el president catalán "era necesaria e importante en una época de anormalidad democrática", destacando que es imprescindible que desde ambos gobiernos "se apueste por la vía de la negociación y se abandone la de la represión y la judicialización". Según Vilalta, se puede ser escéptico sobre los resultados de la mesa pero "es una oportunidad para resolver el conflicto político, y ERC tiene muy claro lo que defenderá en ella, amnistía y autodeterminación, objetivos que suscitan grandes consensos en nuestro país".

"La figura del mediador no será un escollo que impida negociar", subrayó la portavoz republicana, quien recordó que en el acuerdo de investidura no se concretaba este aspecto pero sí que se prevén "mecanismos de garantías de cumplimiento de los acuerdos". Sobre si en la mesa tienen que estar los presidentes o no, Esquerra no tiene ningún inconveniente que en ella figure Torra, si bien los integrantes de la parte catalana tienen que ser acordados conjuntamente entre ambas fuerzas independentistas. Es decir, verían con buenos ojos que le acompañara Pere Aragonès.

Por contra, el unionismo salió ayer en tromba para cargar contra la reunión y azuzar al líder socialista. El PP acusó a Sánchez de "rendir pleitesía" ante el "inhabilitado" Quim Torra, y de dar "pasos irreversibles" alejándose de la Constitución. El presidente de la formación conservadora, Pablo Casado, avisó de que su partido actuará judicialmente contra Sánchez si "cede" ante el separatismo negociando lo que "la Constitución y el ordenamiento jurídico le impiden negociar". Casado criticó duramente que el Jefe del Ejecutivo español haya sido recibido en la Generalitat "como un visitante extranjero" dentro una "estación más en la escapada" que a su juicio ha iniciado el PSOE para contentar a los independentistas y que, a su entender, incluye pasos como la reforma del Código Penal para revisar el delito de sedición, el nombramiento de la exministra Dolores Delgado como fiscal general o la creación de una mesa bilateral, donde "puede haber ya cesiones que escamoteen los derechos del conjunto del pueblo español".

vox pide la ilegalización Por su parte, el presidente de Vox, Santiago Abascal, censuró que "el presidente ilegítimo de España [por Sánchez] se reúna con el presidente ilegal de Catalunya [por Torra] que debería estar fuera del cargo y detenido hace mucho tiempo". "Todo obedece a los intereses de los separatistas", denunció el ultraderechista, quien subrayó la necesidad de "ilegalizar a los partidos separatistas catalanes", así como al PNV, "si no renuncia a la secesión". Paralelamente, la portavoz de C's en el Congreso, Inés Arrimadas, conminó a Sánchez a que "si quieres hablar de Catalunya con Catalunya, tienes que hablar necesariamente con las dos mitades de Catalunya".

Desde el Gobierno de coalición, el vicepresidente segundo Pablo Iglesias (Unidas Podemos) aplaudió que, "tras años de falta de diálogo", se haya abierto "una nueva oportunidad" para gestionar el conflicto catalán "con inteligencia y empatía". A su vez, la ministra de Igualdad, Irene Montero, añadió que "el diálogo y la fraternidad deben ser el camino a seguir para reencontrarnos, para volver a la política, para encontrar soluciones".

Desde otra óptica independentista, la CUP vio en la reunión "cantos de sirenas que buscan volver a la normalidad y la estabilidad institucional" a cambio de financiación.