Bilbao - El líder del PP, Pablo Casado, aseguró ayer que le produce “un poco de vergüenza ajena” el comportamiento del Gobierno de Pedro Sánchez, quien, a su juicio, ha entrado en una “deriva nacionalista y anticonstitucional” en sus negociaciones con los independentistas. Por eso, le advirtió de que no espere “nada” del PP ante la reunión que mantendrán mañana en el Congreso de los Diputados.

En la comida de Navidad del PP de Madrid que se celebró en el pabellón satélite de la Casa de Campo ante unos 1.000 afiliados y cargos públicos del partido, Casado se refirió a las declaraciones efectuadas por el ayer reelegido primer secretario del PSC, Miquel Iceta, y manifestó que el PP quiere “servir a España y a los españoles” y no va a admitir que se diga que España es una “nación de naciones” o que Catalunya es “una nación” porque “no lo es”.

En este sentido, aseguró que el PP se “ha quedado solo en la defensa de la Constitución”, “la continuidad histórica de España” y “la igualdad de los españoles”, y recalcó que ahora se tiene que “convertir en el dique de lo que representa la nación española” frente a la “agenda de ruptura” que ha “planificado” Sánchez.

Una vez más, el presidente de los populares solicitó a los barones socialistas que se rebelen contra el secretario general del PSOE porque, según manifestó, “no se entiende” que un partido histórico que tuvo un papel importante en la Transición “esté ahora en almoneda con los independentistas”.

deriva socialista Casado hizo un repaso a lo que calificó como “deriva del PSOE”, empezando desde el Pacto de Tinell hace 16 años, pasando por la Declaración de Granada, la que se firmó después en Barcelona “admitiendo la plurinacionalidad” y la moción de censura el 1 de junio de 2018 que, según señaló, “sí tenía contrapartidas” como, a su juicio, se vio meses más tarde en la cumbre de Pedralbes que Sánchez y Torra mantuvieron en diciembre del año pasado. “A nadie le puede extrañar que estemos con esta fractura de la concordia y la legalidad”, apostilló.

A su entender, esa reunión en el Palacio de Pedralbes en la que se suscribió un documento de 21 puntos fue un “acto constituyente” y un “desbordamiento de facto de la Constitución”. Por eso, subrayó que la manifestación que PP, Cs’ y Vox secundaron en la Plaza de Colón contra ese acuerdo de Pedralbes fue “necesaria”.

Después del comunicado del PSOE y ERC donde se hablaba de “conflicto político” en Catalunya, Casado resaltó que “no hay un conflicto político sino un conflicto de legalidad, democrático y una agresión a a la Constitución”. “El PP está para defender la unidad nacional y no para ser cómplices de los que desde hace 16 años han decidido que la nación es algo discutible”, aseveró.

Por ello, Casado insistió en que Pedro Sánchez no puede esperar “nada” del PP mañana en el encuentro que mantendrán en el Congreso. Aunque volverá a rechazar de plano la abstención de su partido en la investidura, sí que ofreció de nuevo pactos de Estado para facilitar la gobernabilidad.

Alternativa fuerte Así, tras defender las bondades de España Suma que rechazó Ciudadanos y que, en su opinión, les habría permitido gobernar, pidió a los suyos construir “una alternativa fuerte para cuando los españoles les vuelvan a reclamar”. Con ese objetivo, ha reclamado “volver a unir en un proyecto moderado y centrista” al centro-derecha.

“Somos el único que hemos estado a la altura de las circunstancias tan complejas que vive España. Que nadie nos pida que nos volatilicemos para alargar la agonía de quien ya tiene una mayoría Frankenstein para activarla cuando quiera”, remachó el líder de los populares. - E. Press