bilbao - Los plazos para la sesión de investidura son enrevesados, más si cabe cuando Pedro Sánchez no cuenta por el momento con los apoyos que le garanticen su reelección. En este contexto se produjo ayer la primera toma de contacto entre la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, y el rey Felipe, en la que ambos constataron que, aunque es necesario que haya un Ejecutivo en funcionamiento cuanto antes, será difícil que arranque antes de Navidad. “No es imposible pero sí complicado, porque los tiempos son muy ajustados”, admitió Batet.

Y es que el mes de diciembre trae consigo unas cuantas fechas trascendentes que marcan la agenda política. Las primeras conciernen a la agenda institucional del Estado, cargada de jornadas en rojo ante el arranque de la nueva legislatura. Si se busca una investidura antes de Navidad, el monarca debería dar inicio en los próximos días a una larguísima ronda de contactos que podría extenderse a 19 partidos en esta ocasión. Para más complicación, Felipe VI tiene previsto un viaje a Argentina el próximo día 10, fecha en la que también se producirá la siguiente reunión entre los equipos negociadores del PSOE y de ERC. Además, hasta el 12 de diciembre no acaba el plazo para la conformación de grupos parlamentarios. Todo ello en un marco en el que todavía no hay un acuerdo entre socialistas y republicanos -y Sánchez ya ha anunciado que no irá a una votación sin haber amarrado antes los respaldos necesarios-.

Por estos factores, a priori parece muy complicado que la reelección del líder socialista pueda producirse en la semana del 16, fecha que se venía barajando en los últimos días para iniciar la sesión de investidura. Las dos siguientes semanas son también muy complicadas, ya que en principio son inhábiles por las vacaciones navideñas. Así las cosas, enero gana enteros para la formación del nuevo Gobierno, salvo que se produzca un fuerte acelerón en las conversaciones entre las fuerzas parlamentarias y se aceleren los plazos al máximo.

Pero a los obstáculos de carácter institucional y de plazos del Congreso de los Diputados se les suman las fechas que maneja ERC, en cuyas manos está ahora mismo el éxito o el fracaso de la investidura. Para empezar, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea resolverá el 19 de diciembre acerca de la inmunidad de Oriol Junqueras y su condición de eurodiputado. Esta sentencia, en caso de ser favorable al presidente de Esquerra, podría provocar un auténtico terremoto político ya que afectaría también a la situación de Carles Puigdemont y Toni Comín, que no podrían ser detenidos si pisan suelo español. Por último, dos días más tarde (el 21) los republicanos celebran su Congreso Nacional, con división en las bases sobre qué postura adoptar respecto a la reelección de Pedro Sánchez y con la presión de JxCat en clave soberanista. En conclusión, será cuando menos complicado que ERC dé luz verde a un nuevo Ejecutivo español antes de estos dos hitos.