Bilbao - Ha llegado el día D. A las diez y media de la mañana de hoy, jueves 24 de octubre de 2019, comenzarán en la cripta del Valle de los Caídos los trabajos de exhumación de los restos de Francisco Franco, un proceso que durará entre una y tres horas. Posteriormente, y con la ministra de Justicia, Dolores Delgado, como notaria, los restos partirán en helicóptero -el piloto tendrá la última palabra en función de las condiciones meteorológicas- para cubrir los 34 kilómetros que separan en línea recta Cuelgamuros del cementerio de Mingorrubio en El Pardo, donde serán inhumados en el panteón de la familia, donde está enterrada su esposa Carmen Polo.

La exhumación de Franco del Valle de los Caídos llega tarde. A las 14.11 horas del 23 de noviembre de 1975 se colocó la losa de 1.500 kilogramos sobre la sepultura del dictador. Enterrarlo allí fue una decisión de última hora del gobierno presidido por Carlos Arias Navarro y confirmada por el rey Juan Carlos I, ahora rey emérito. Han tenido que transcurrir casi 44 años para sacar al dictador de un mausoleo y devolver la dignidad y la justicia a todas sus víctimas y las familias de estas, que durante más de cuatro décadas han tenido que soportar la ignominia de ver a un dictador asesino compartiendo espacio público junto a muchas de sus víctimas.

Si son 44 los años transcurridos desde el entierro de Franco, en diciembre se cumplirán doce años de la aprobación de la Ley de Memoria Histórica (26 de diciembre de 2007), una ley que reconoce los derechos de las víctimas de la Guerra Civil, pero no se posiciona sobre los restos del dictador y sobre el futuro del Valle de los Caídos.

En noviembre de 2011, hace ocho años, el gobierno encabezado por Rodríguez Zapatero, y con la intención de dignificar la Ley de Memoria Histórica, encargó un informe a un grupo de expertos sobre lo que se debía hacer con el Valle de los Caídos. Las conclusiones fueron que debía hacerse una relectura del espacio y resignificarlo, y que Franco debía ser trasladado a otro lugar que designe la familia. Eso sí, recomendaban hacerlo todo con el acuerdo y beneplácito de la Iglesia.

Así pues, hace ya ocho años que se apuntaba la opción de exhumar los restos de Franco. En mayo de 2017, con Mariano Rajoy como presidente del Gobierno, el Congreso aprobó una propuesta del PSOE para sacar los restos de Franco del Valle de los Caídos. La propuesta contó con 199 votos a favor, 140 abstenciones y un voto en contra de una diputada del PP que justificó su posición en un error a la hora de emitir el voto.

Anuncio de Sánchez En junio de 2018, Andrés Perelló, secretario de Justicia del Gobierno de Pedro Sánchez, anunciaba la exhumación de Franco que, aseguró, “se llevará a cabo antes de acabar el verano”. De hecho, en septiembre de ese mismo año, el Congreso convalidó el Decreto Ley para exhumar al dictador. Contó con 176 votos a favor, 165 abstenciones (PP y Ciudadanos) y dos votos en contra de diputados del PP.

Sin embargo, y debido a las disputas con la familia Franco y tras el dictamen del Tribunal Supremo, han tenido que pasar 16 meses para que llegue el día de la exhumación, que se lleva a cabo en plena campaña electoral del 10-N y con Catalunya en el foco mediático tras la sentencia del alto tribunal que condenó a los dirigentes del procés a largas penas de cárcel

De este modo, la exhumación del dictador se convierte en una bomba arrojadiza. Así, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, partidario de sacar a Franco del Valle de los Caídos, acusó ayer a Sánchez de actuar con electoralismo. “Es curioso, cuando Sánchez va a Catalunya no se informa a los medios de donde va, eso sí, sobre qué hora se saca la momia sí se informa”, indicó, lamentando que el presidente se “apunte medallas” cuando se trata de un triunfo de los colectivos de la Memoria. Por ello, el líder de Podemos aseguró que si fuera por él, pospondría la exhumación tras el 10-N.

La respuesta de Sánchez tuvo como principal destinatario a Pablo Iglesias, lo que da a entender que ni mucho menos han mejorado sus relaciones. “Cómo es posible que una gran victoria de la democracia española como va a ser la exhumación y el fin del mausoleo al dictador algunos en la izquierda lo sufran como si fuera una derrota”, zanjó.