Bilbao - Con los síntomas de enfriamiento de la economía ya admitidos de forma abierta por el Gobierno español, y la subida de las pensiones enquistada como una reivindicación perenne, el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, metió ayer de lleno esta cuestión en la precampaña electoral. Así, al mismo tiempo que los pensionistas y jubilados sumaban su concentración número 91 ante el Ayuntamiento de Bilbao desde enero de 2018, el líder socialista prometió subir las pensiones con el IPC real en diciembre, un mes después de las elecciones del 10-N. Fuentes del PSOE citadas por diversos medios aseguraron que se podría adoptar esta medida incluso si para entonces no se ha logrado formar Gobierno y el gabinete Sánchez sigue en funciones, mediante la aprobación de un decreto.

El presidente español realizó este anuncio durante un acto celebrado en el Espacio Rastro de Madrid para presentar un avance de su programa electoral, en concreto en su vertiente social, con un documento de nueve páginas formado por 35 medidas sociales. La primera y más destacada es precisamente la actualización de las pensiones de 2020 en base al IPC de este año, lo que se sitúa como la prioridad de Sánchez, el primer reto que se compromete a afrontar tras las cuartas elecciones generales en cuatro años.

Una medida ya avanzada por la portavoz del Ejecutivo Isabel Celaá tras el Consejo de Ministros del pasado viernes, y que Sánchez confirmó ayer arropado por buena parte de la Ejecutiva federal de su partido y de los ministros de su gabinete. Tras el fracaso de las negociaciones del Pacto de Toledo para mantener y mejorar el sistema público de pensiones, la previsión es aplicar una subida del 0,25% que incrementaría las pensiones en 2,5 euros -la pensión media en el Estado es de 987,7 euros-. Sin embargo, y en base al IPC de agosto, que se espera se mantenga hasta fin de año, la subida sería de tres euros, lo que supone 0,5 de aumento mensual en la pensión media. Cientos de personas volvieron a reivindicar ayer en Bilbao unas pensiones mínimas de 1.080 euros al mes.

Esta medida del gabinete socialista no ha surgido de la nada, ya que es fruto de las reuniones mantenidas durante el verano con colectivos sociales. Las mismas dieron lugar al documento Propuesta abierta para un programa común progresista, que fue presentado a principios de septiembre. En el texto difundido ayer se comprometen, por tanto, a proteger las pensiones “cada año y para siempre” con el blindaje del sistema público de pensiones en la Constitución. El incremento planteado para finales de año afectaría además a las mínimas y las no contributivas. Durante su visita el sábado a Barakaldo, donde participó en un acto de precampaña con los principales líderes del PSE, Pedro Sánchez ya dio buena muestra del peso que tendrá la economía en sus intervenciones durante las próximas semanas. Garantizó que, si como apuntan los indicadores se produce una nueva crisis económica -que achacó en parte al desorden político en el ámbito internacional-, no “hará como el PP”. Así, prometió que habrá un “reparto de la carga justo”, sin subidas de impuestos a la clase media y trabajadora ni recortes en el Estado de Bienestar.

El documento presentado ayer en Madrid, que avanza el programa electoral del PSOE por el flanco social, no hace referencia a las subidas de impuestos por las que viene abogando el partido en el Gobierno en los últimos meses. Tan solo hay una referencia a una “fiscalidad justa”, con una mayor “progresividad”. Al parecer, el Partido Socialista presentará en los próximos días las medidas más directamente económicas con la vista puesta en el 10-N, donde busca reforzar su triunfo del 28-A y acabar con la situación de bloqueo en la política española.

Contratación indefinida Además del compromiso con la sostenibilidad de las pensiones, Pedro Sánchez también apostó por el empleo, y aseguró que los socialistas acabarán con los “aspectos más lesivos” de la reforma laboral del PP para que “la contratación indefinida sea la norma y no la excepción”. Insistió en un ingreso mínimo para los hogares más vulnerables, una oferta de vivienda de alquiler seguro, la eliminación progresiva de los copagos del sistema público de salud, la regulación de la eutanasia y la igualdad de oportunidades.

El líder del PSOE se comprometió a su vez a promover la fiscalidad medioambiental, combatir el fraude y reducir el déficit y la deuda pública. En el ámbito europeo defendió un “salario mínimo europeo” que permitiría en su opinión retener el talento y abogó por un seguro europeo de desempleo que complemente al estatal. Estos compromisos sociales concluyen con la apuesta de los socialistas por favorecer el diálogo entre el Gobierno español y la Generalitat de Catalunya, “siempre dentro de la Constitución”.