BILBAO - Quim Torra no prevé un adelanto electoral pero tampoco lo descarta porque entiende que una condena a los líderes soberanistas obliga a dar una respuesta, a poder ser, unitaria desde el mundo independentista, que se prepara para un otoño caliente. De la Diada al aniversario del 27-O pasando por el 1-O o el 2O-S, y con la sentencia de por medio, la réplica política es imprevisible desde Catalunya y no parece que desde Madrid se vayan a mover mucho las cosas pese a que Pedro Sánchez siga al frente de La Moncloa. Para más inri, si ERC acaba sin el trono en Barcelona, su actitud posibilista dentro del soberanismo puede saltar por los aires, a expensas de cómo se recomponga de forma definitiva el espacio de JxCat.

La internacionalización ganaría peso, y más con el recurso a Estrasburgo, y, desde luego, entidades civiles como ANC y Òmnium están más por recuperar la unilateralidad a tenor de que el referéndum pactado se intuye imposible. Por de pronto, en cuanto acabe el juicio el independentismo ya tiene pensado para ese mismo día una movilización descentralizada, es decir, habrá un acto en Barcelona, pero que se convocará a la vez por todo el territorio. - I. S. M.