madrid - El Congreso certificó ayer el fracaso de las reformas de la Ley de Indultos y de la Ley de Seguridad Ciudadana, conocida como ley Mordaza, tras la reunión de sus respectivas ponencias celebrada ayer. Los grupos de trabajo pusieron fin a sus trabajos ante la inminente disolución de las Cortes Generales con motivo del adelanto de las elecciones generales.

Estando en la oposición, el PSOE consiguió a principios de 2017 que el pleno del Congreso tramitase una proposición de ley de reforma de la Ley de Indultos, que data de 1870, para no conceder este perdón a los condenados por corrupción o por violencia machista, una iniciativa que estuvo un año congelada por las sucesivas ampliaciones de los plazos de presentación de enmiendas. Ya el pasado mes de septiembre, gobernando el PSOE, fue el PP quien urgió a la presidenta de la comisión, la socialista Isabel Rodríguez, a activar la correspondiente ponencia, dado que las enmiendas llevaban registradas desde siete meses antes. Y es que entre esas enmiendas se encontraba una de los populares que pretendía prohibir los indultos a los condenados por rebelión o sedición.

Más se había avanzado en la reforma que perseguía modificar la ley Mordaza que el PP aprobó en solitario en 2015 en contra de toda la oposición. Esta proposición de ley, impulsada por el PNV y tomada en consideración en marzo de 2017, también pasó por continuas ampliaciones de los plazos de enmiendas hasta el pasado mes de octubre, cuando se constituyó la ponencia pese a que, también en este caso, las enmiendas se registraron varios meses atrás. - E. P.