Bilbao - El debate de la ley que busca reparar los abusos policiales sufridos entre 1978 y 1999 ha quedado ya finiquitado en la ponencia parlamentaria. En la línea con la posición que había adelantado este periódico, los retoques han sido mínimos para no volver a colocar la ley en la cuerda floja de los tribunales. De hecho, solo se ha aceptado una enmienda, la de EH Bildu, que ni siquiera afecta en sentido estricto a esta ley, sino al decreto anterior de víctimas entre 1960 y 1978, para ampliar el plazo en el que los afectados en ese periodo pueden pedir un reconocimiento al Gobierno vasco. Esa ampliación, de un año, estaba recogida en la ley que abarca de 1978 a 1999, pero quedó consumida mientras la norma estuvo suspendida por el Tribunal Constitucional.

La ponencia celebró ayer su primera reunión y zanjó el debate en una sola cita. Ahora se redactará un informe que pasará a la comisión de Derechos Humanos el día 15 de marzo. Solo se ha admitido, a petición de EH Bildu, que se abra de nuevo el procedimiento para que hagan llegar sus testimonios las víctimas amparadas por el decreto que cubría el periodo entre 1960 y 1978, porque el periodo inicialmente previsto venció mientras estaba vigente la suspensión de la nueva ley por parte del TC, y se debe abrir de nuevo. PNV y PSE han optado por la seguridad jurídica, para no poner en el alambre el contenido de una ley que fue retocada en negociaciones con el Gobierno español de Pedro Sánchez, precisamente a cambio de que el socialista retirase el recurso que había interpuesto Rajoy. Por ese pacto político, introducir algún requiebro en la ley era inviable. “La reforma que presentamos era clave para que el TC archive el caso, y no podemos ir a una situación en la que la amenaza judicial esté presente”, explicaron fuentes parlamentarias.

El 15 de marzo este debate llegará a la comisión y, de ahí, al pleno. La aprobación de la ley es clave para desactivar el conflicto porque, pese a la retirada del recurso por parte de Sánchez, el Constitucional no ha desistido del procedimiento. - M. Vázquez