- El presidente ruso, Vladímir Putin, mantiene en pie su órdago en materia de seguridad a EE.UU. y la OTAN después de conversar con el jefe de la Casa Blanca, Joe Biden, al que advirtió de que nuevas sanciones por una escalada en Ucrania conllevarían la “total” ruptura de relaciones.

“Si en un plazo razonable de tiempo no recibimos una respuesta constructiva y Occidente prosigue su agresiva política, Rusia se verá obligada a adoptar todas las medidas necesarias para garantizar el equilibrio estratégico y eliminar las amenazas inadmisibles para su seguridad”, aseguró el viernes Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores ruso, a la agencia RIA Nóvosti

Putin fue quien decidió llamar por teléfono a Biden antes de las fiestas de Año Nuevo en Rusia para asegurarle que Moscú va en serio cuando dice que quiere garantías “inmediatas” y que Ucrania no se toca.

Lo único seguro en estos momentos es que EE.UU. recogió el guante y, aunque admite que algunas de las demandas rusas como la de retirar el armamento nuclear de Europa son inviables, aceptó sentarse a negociar el 10 de enero en Ginebra.

Dos días después le llegará al turno a la OTAN, a la que Putin exige renunciar al ingreso de las antiguas repúblicas soviéticas, y el 13 de enero entrará en escena la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa.

Aunque los países europeos tienen mucho que decir sobre la seguridad de su continente, Rusia quiere recibir primero garantías de EE.UU. Es “extremadamente importante” la participación en las negociaciones “de altos mandos militares de EE.UU. y los países de la Alianza”, que podrían conducir a acuerdos sobre control de armamento, insistió Lavrov.

Descartó que los futuros acuerdos guarden similitudes con el Tratado sobre Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (FACE), que Lavrov consideró “anacrónico” y que fue denunciado por Moscú en 2015.

Subrayó que Moscú no se conformará con nada que no sean garantías jurídicas y vinculantes por escrito ya que “los colegas occidentales incumplen sus compromisos políticos de manera sistemática, no digamos ya las promesas verbales realizadas a los dirigentes soviéticos y rusos”.

Aunque las propuestas de tratado y acuerdo de seguridad a EE.UU. y la OTAN para una coexistencia pacífica van más allá, la atención de ambas partes está en la militarización de la frontera con Ucrania. “Para Rusia la colonización de Ucrania por parte de los países de la OTAN es una amenaza existencial”, dijo Anatoli Antónov, embajador ruso en EE.UU. y antiguo viceministro de Exteriores y Defensa, en un artículo en la revista Foreign Policy.

Antónov aseguró que la situación entre Rusia y la OTAN es “muy peligrosa” y se requieren “medidas urgentes” para restablecer la estabilidad en materia de seguridad en Europa, lo que incluiría que EE.UU. se sumase a la moratoria rusa sobre el despliegue de misiles de medio y corto alcance.

“Nadie debe dudar de nuestra firmeza a la hora de defender nuestra seguridad. Si nuestros socios continúan gestando una realidad estratégico-militar, entonces tendremos que crear una vulnerabilidad similar para ellos. Todo tiene un límite”, afirmó.

Apeló a la “voluntad política” occidental, ya que consideró que la iniciativa rusa no “socava” la seguridad de EE.UU. y la Alianza, sino que “crea las condiciones para rebajar la tensión en Europa, incrementar la confianza y activar la cooperación con el fin de combatir los desafíos globales”.

“Hemos llegado a un momento donde no hay donde retroceder. Queremos estar seguros del día de mañana”, subrayó.

Rusia acusa a la OTAN. Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores ruso, acusó a la OTAN de estar convirtiendo a Ucrania en “una plataforma militar contra Rusia” y denunció que aumentará la presencia militar aliada en Ucrania con un cariz “antirruso”.

Guerra sin final. Lavrov denunció que la guerra en Ucrania “está lejos de terminar” debido a la reticencia de Kiev a arreglar el conflicto y acusó a Occidente de apoyar con armamento e instructores las “aspiraciones militaristas” de Ucrania, que se lo toma como “carta blanca” para lanzar aventuras militares.

Amenaza con más hostilidad. El ministro de Exteriores ruso afirmó que en la región del Donbás “viven cientos de miles de ciudadanos de nuestro país”, por lo que podrían reanudarse las hostilidades: “Rusia tomará todas las medidas necesarias para su protección”.