El Grupo de Puebla, que agrupa a decenas de líderes progresistas de América Latina y España, celebró ayer durante una asamblea en Ciudad de México la más que previsible victoria de Xiomara Castro en Honduras y confió en los triunfos de Gabriel Boric en diciembre en Chile y de Luiz Inácio Lula da Silva el próximo año en Brasil. “Xiomara Castro será la primera presidenta de Honduras en la historia. Es una noticia muy importante, importantísima en esta Centroamérica siempre con tantos problemas sociales”, expresó en la inauguración del evento el expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero.

También mostró “todo el apoyo” al izquierdista chileno Gabriel Boric en la segunda vuelta de las presidenciales de diciembre frente al ultraderechista José Antonio Kast, para que Chile “no regrese a un pasado que nos duele y nos conmueve”. “La victoria de Lula en Brasil va a cambiar el continente y el orden internacional y ojalá una alianza estrecha entre México y Brasil con dos presidentes progresistas en un momento tan decisivo históricamente”, añadió sobre un eventual triunfo del brasileño en las elecciones del próximo año.

En la misma línea, el expresidente colombiano Ernesto Samper expresó que faltan “confirmar vientos progresistas” en la región, y puso como ejemplo las elecciones de Chile y de Brasil. Por su parte, el expresidente de Paraguay Fernando Lugo aseveró que el triunfo de Castro en Honduras fue “transparente y alegró a todo el continente”.

ventaja clara

La candidata presidencial del partido Libertad y Refundación (Libre), Xiomara Castro, que encabeza los resultados preliminares de las elecciones generales del pasado domingo en Honduras, estaría rompiendo con un bipartidismo de los últimos 40 años marcados por los partidos Nacional, en el poder, y Liberal y se convertiría en la primera mujer en presidir Honduras. Castro suma el 53,56% de los votos contra el 33,92% de Nasry Asfura, candidato del Partido Nacional.

Castro asumiría el poder el 27 de enero de 2022 y sucedería a Juan Orlando Hernández, presidente desde 2014 y cuyo Gobierno ha estado salpicado de denuncias y acusaciones de corrupción. Su hermano, Juan Antonio Hernández, fue sentenciado en marzo pasado a cadena perpetúa más otros 30 años de cárcel en un tribunal de Manhattan, donde se destacó que sus actividades delictivas habían sido patrocinadas por el propio Estado. Además, la Fiscalía de Manhattan consideró que existía una clara conexión entre la actividad del condenado y el presidente hondureño, a los que acusó de estar “en el centro” del tráfico de drogas que pasa por la nación centroamericana.

Postura de Estados Unidos

Por su parte, el Gobierno de Estados Unidos dijo ayer que está “deseando” trabajar con la candidata presidencial hondureña Xiomara Castro si finalmente se confirma su triunfo, según señaló el jefe de la diplomacia estadounidense para Latinoamérica, Brian A. Nichols. “Tengo esperanzas de que en Honduras vayamos a ver el tipo de cambios que hemos estado pidiendo”, afirmó Nichols en una audiencia del comité de Exteriores del Senado de EE.UU.

El diplomático estadounidense recordó que Castro ha prometido que hará frente a la corrupción y atajará las causas que llevan a miles de hondureños a migrar hacia Estados Unidos. “Estamos deseando trabajar con ella en todo eso”, resaltó Nichols, quien la semana pasada estuvo en Honduras y se reunió con los candidatos a la Presidencia.