Níger sufrió dos ataques yihadistas que dejaron 58 víctimas. Dos vehículos fueron interceptados por los terroristas armados cuando volvían del mercado en Banibangou, en la región de Tillabéri, cerca de la frontera con Malí.

No es la primera vez que la zona sufre atentados terroristas en lo que va de año debido a la cercanía con las fronteras de Malí y Burkina Faso donde operan estos grupos yihadistas. La zona de Las Tres Fronteras, que incluye el norte de Burkina Faso, el oeste de Níger y el este maliense, es el punto más caliente de la actividad terrorista en el Sahel central desde hace al menos cinco años con ataques y atentados prácticamente cada semana, lo que ha provocado el desplazamiento de dos millones de personas.

“Las víctimas estaban regresando por la tarde del mercado rural semanal de la aldea vecina de Banibangou cuando fueron atacados los dos vehículos en los que viajaban”, explicaron quiénes se encontraban cerca del lugar. En el ataque varias personas resultaron heridas y los vehículos en los que viajaban las víctimas fueron destruidos. A raíz de lo sucedido autoridades decretaron tres días de luto nacional a partir de ayer.

Un vecino del lugar aseguró que “estamos hartos de contar a nuestros muertos de forma regular. Las autoridades nos prohíben circular con nuestras motos desde enero de 2020, pero son los bandidos armados los que vienen a matarnos en sus motos”.

Después de ejecutar a los ocupantes de los vehículos, los yihadistas se dirigieron a Darey-Daye donde asesinaron a más personas y quemaron varios graneros de cereales.

La directora para África Central y Occidental de Unicef, Marie-Pierre Poirier, señaló que entre los fallecidos figuran seis niños de entre 11 y 17 años. “Nos entristece profundamente que haya civiles, incluidos niños, entre las víctimas”, condenó la dureza de los ataques.