- El ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, afirmó ayer que la “degradación” de las relaciones diplomáticas entre el Kremlin y la Casa Blanca no tienen vuelta atrás. “Lamentablemente no cabe esperar una pronta mejoría o siquiera una estabilización” una vez que el presidente electo, Joe Biden, tome el relevo de Donald Trump el 20 de enero.

Lavrov subrayó que “la histeria galopante en Estados Unidos deja pocas oportunidades para una rápida vuelta a la normalidad”. “Nuestro diálogo se ha convertido en rehén de las riñas políticas internas en Estados Unidos, lo que no contribuye desde luego al desarrollo de una cooperación constructiva”, agregó.

En este sentido, apuntó que la nueva Administración estadounidense deberá mostrar voluntad política para “desescombrar” las relaciones bilaterales. “No será fácil quitar los escombros acumulados en los últimos años por causas ajenas a nosotros, pero debemos esforzarnos por lograrlo”, manifestó.

Lavrov mostró sin embargo su confianza en que las relaciones entre ambos países cuentan con “un potencial no aprovechado aún” y apostó por resolver los problemas con “pasos pequeños”. “Estamos preparados para ese trabajo”, anunció el ministro ruso.

Por ello, hizo hincapié en la necesidad de que Biden apueste por un diálogo con Moscú. “Esperamos que el nuevo equipo de la Casa Blanca tome una decisión que satisfaga los intereses del pueblo estadounidense y demuestre un deseo recíproco de mantener el diálogo con Moscú”, resaltó el ministro.