La izquierda demócrata de Nueva York, encabezada por la joven congresista Alexandria Ocasio-Cortez, espera dejar huella en las elecciones de este martes en Estados Unidos y reforzar su presencia en el Congreso federal y estatal para poder impulsar sus políticas sociales, como la salud universal y la transición ecológica de la economía.

“The squad (The squadla brigada, dijo este martes a los periodistas Ocasio-Cortez frente a su oficina electoral en el distrito de El Bronx, en referencia al grupo de congresistas encabezado por ella y compuesto también por Ilhan Omar, Rashida Tlaib y Ayanna Pressley, y que representa el ala más a la izquierda del Partido Demócrata.

Las cuatro irrumpieron recientemente en la plaza política estadounidense y se convirtieron en uno de los principales blancos de las críticas del presidente, Donald Trump, que las acusa, entre otras cosas, de querer convertir Estados Unidos en una nueva Venezuela.

Búsqueda de la hegemonía

A pesar de su entusiasmo, la congresista de origen puertorriqueño reconoció que la presencia de candidatos progresistas en la Asamblea Legislativa todavía no es suficiente. “No estaremos satisfechos hasta que no solo el Partido Demócrata, sino todo el gobierno, esté luchando par garantizar el derecho de la gente a una atención medica, a dignidad y a lograr un proceso justo hacia la ciudadanía. Eso es lo que es importante, y por eso no es suficiente y seguiremos adelante”, sostuvo.

Una de las nuevas caras que muy se unirá al squad. “Lo que más me entusiasma es que la gente está acudiendo a votar en grandes números para mostrar al poder establecido en el sistema que ya basta. Es el momento de cambiar”, señaló Bowman frente a un centro de votación situado en el Bronx.

Bowman, que es también parte de los socialistas demócratas, reconoció al igual que Ocasio que todavía es prematuro para que las políticas izquierdistas de la brigada “Es un proceso urgente con el que creo que en los próximos cinco a diez años vamos a tener la oportunidad de lograr cambios drásticos dentro del Partido Demócrata y en todo el país”, explicó Bowman. El politólogo de la Universidad de Nueva York John Gutiérrez observó que la nueva generación demócrata está ganando impulso pero aún está muy lejos de poder dejar su impronta en el partido, en el que, según aseguró, la presidenta del Congreso, la demócrata Nancy Pelosi, tiene bien amarradas las riendas del partido y no va a permitir que los socialistas demócratas impongan sus políticas.

Un ejemplo de esta lucha entre la brigada y el candidato presidencial demócrata, Joe Biden, es el nuevo pacto verde adoptado por Ocasio, entre otras figuras políticas, que defiende el avance hacia una economía libre de emisiones contaminantes, pero que Biden rechaza.

Preguntada este martes por esta cuestión, Ocasio consideró que ha ayudado a acercar posiciones a través de su presencia en el comité creado por el candidato demócrata sobre el medio ambiente. “Creo que lo que es alentador es que él se ha mostrado abierto y ha adoptado sus políticas, muchas incluyendo alguno de los objetivos ambiciosos que hemos propuesto”, declaró a la prensa.

Oveja negra en un país de derechas

Para Gutiérrez, “Nueva York, históricamente, tiene estos políticos que representan una posición mucho más a la izquierda del partido demócrata a nivel nacional; el problema es que el resto del país todavía no está preparado para aceptar un candidato que se autodeclare como socialista”.

En este sentido, el experto sostuvo que “el reto más grande que tiene ella para imponerse sobre el Partido Demócrata es que muchos compañeros de partido, incluida la cúpula, vienen de distritos donde una política tan de izquierda no es factible”.

Por eso, considera que Ocasio y sus socios de momento deberán conformarse con “buscar los pequeños espacios donde puedan influir en la política nacional”, como el medio ambiente, cuestiones sociales o económicas como un aumento del salario mínimo nacional.

David Andhal, por la Cámara de Representantes. El difuntoDavid Andahl, candidato republicano a la Cámara de Representantes de Dakota del Norte, obtuvo ayer un escaño en las elecciones de EEUU. Tenía 55 años cuando se contagió de coronavirus durante la campaña y la infección se complicó hasta acabar con su vida, el 6 de octubre. Para esa fecha, el voto anticipado ya estaba en marcha, por lo que no cabía la posibilidad de cambiar de candidato. Los analistas aseguran que el triunfo del Andahl se explica por el incremento récord del voto por correo en estos comicios celebrados en plena pandemia, ya que muchas de las papeletas llegaron antes de la noticia de su defunción. El fiscal general de Dakota, Wayne Stenehjem, puntualizó tras la muerte del republicano que los militares desplazados y el voto en el extranjero comenzó con 46 días de antelación. Además, los primeros votantes pudieron enviar sus papeletas 40 días antes de la jornada electoral. Ahora hay dudas sobre el procedimiento, ya que la legislación establece que si un fallecido recibe la mayoría de votos, su elección sigue adelante. Pero se podría considerar como un representante no cualificado al que habría que sustituir.