El desinterés y la escasa participación dominaron el referéndum sobre la propuesta de reforma de la de Constitución en Argelia, que quedó marcado por el boicot de la oposición y del movimiento de protesta popular Hirak, el temor a la covid-19 y la inquietud que genera el misterioso estado de salud del presidente del país, Abdelmedjid Tebboune, quien fue trasladado el jueves de urgencia a Alemania.

Sin cifras totales oficiales hasta hoy, observadores locales dijeron que en la mayoría de las regiones la asistencia fue considerablemente menor que en las presidenciales del pasado diciembre, que ganó el propio Tebboune con la mayor tasa de abstención de la historia nacional, superior al 60%.

A las 14.00 horas, la tendencia era ya al desencanto: según el presidente de la Autoridad Electoral Nacional Independiente (ANIE), Mohamed Charfi, a esa hora la participación se limitaba al 13,03% de los casi 24 millones de argelinos con derecho a voto.

Una apatía y penuria de votantes que se pudo constatar en los colegios electorales de la capital, y que en ciudades como Tizi Ouzu, capital de la Cabilia, significaban un revelador 0,6% de participación a mitad de jornada. “El referéndum sobre la Constitución está en la misma línea que las elecciones presidenciales, es decir, consultas completamente amañadas, como de costumbre”, explicó Mebarak, un abogado.

“Para votar por una nueva constitución habría sido necesario primero votar por un verdadero presidente, y ese no ha sido el caso”, añadía el abogado antes de sacar a colación el asunto que más preocupa en estos momentos al país: “con el presidente enfermo en el extranjero ¿dónde vamos: hacia presidenciales o legislativas?”.